Txisko Fernández Periodista
Blanco y en botella, ¡esto es la leche!
Son estos tiempos de disparates socioeconómicos. A ver si me explico: unos disparan y otros se hacen el orate. De ahí el juego de palabras, a mi entender tan válido como el de llamar «rescate» al plan para hundir a los chipriotas con total alevosía y nocturnidad. Y luego tienen la cara pétrea de hacerse los majos dando marcha atrás unos metros... para coger carrerilla y cargar con más ímpetu la próxima vez.
Sin salirnos de la dieta mediterránea que han preparado los del FMI, el BM, el BCE, la UE, etc., pasemos al otro extremo de la bañera de Ulises para entender mejor de qué van estos dislates.
En su último informe titulado «Desigualdad y Derechos Sociales», dice Cáritas que, desde que comenzó la crisis económica allá por el cada vez más lejano 2006, se ha constatado un aumento de la desigualdad entre las ciudadanas y ciudadanos del Estado español. Habla más claro esta organización católica que el espíritu santo, incluso cuando lo hace con cifras: la diferencia entre las rentas más altas y las rentas más bajas se ha incrementado un 30% en los últimos seis años.
Esa diferencia puede aumentar debido a que quienes tienen rentas más bajas obtengan ingresos más reducidos o, por el contrario, a que los de las rentas más altas ganen cada vez más. Bueno, pues dice Cáritas que en el caso español suceden ambas cosas al mismo tiempo.
¿Lo van pillando? Esto es lo mejor de la dieta mediterránea: que sin haber llegado a consolidar el estado del bienestar que se inventaron al norte de los Pirineos, pues hay que ponerse otra vez a régimen de pan y agua. Y, no lo duden, esto es mucho más sano... especialmente para las rentas más altas.
Y si alguien comienza a preocuparse por la repercusión que este cambio gastronómico podría tener en el campo deportivo -donde los éxitos hispanos no los pone en duda ni dios-, que se queden tranquilos porque en el citado informe ya se concede un nuevo título para La Roja: los comentados indicadores de desigualdad son los «más altos» de la Unión Europea. Además, este récord será muy difícil de superar, puesto que, como recogía la agencia Efe, «en España los más ricos ganan siete veces más que los más pobres».
Bueno, pues desde Chipre hasta Tarifa, si es blanco y en botella... ¡esto es la leche!