Las palabras se convierten en chaquetas reversibles de music-hall. Ahora, el Presidente de la República evoca el «coraje» para describir sus medidas de austeridad extrema que reproducen las recetas que a lo largo de Europa siembran la recesión. En 2008, 2009, 2012... los dirigentes del mundo capitalista anunciaron la salida de la crisis, el final del túnel... En cada ocasión, los hechos desmintieron sus palabras(...). La «Tina» (There Is No Alternative) de Margaret Thatcher funciona como una rueda mental infernal donde los hamsters de la economía capitalista dan vueltas incesantemente. Sin moverse un centímetro. Pero si uno cree a Hollande, el «letargo», el «bloqueo mental» está en el lado de los que se niegan a este destino de roedor. (...)

Atreverse a pensar otro mundo, buscar cómo transformarlo, enfrentarse al fatalismo de «siempre ha sido así, siempre lo será», sin embargo, es el reto que lanzaron los socialistas del siglo XIX. El inmenso desentrañamiento del sistema capitalista que hizo Marx buscaba otra manera de seguir adelante. Ahí está su coraje intelectual. Su invitación a abandonar caminos trillados, ciento treinta años después de su muerte, sigue siendo una subversión ardiente, un combustible para escapar del mortal callejón sin salida para la humanidad en el que la sumerge el culto del beneficio privado, un incentivo para cambiar el «todos contra todos» por el «todo para todos»(...).

¿El pensamiento de Marx, aliviado hoy de los catecismos que lo han desdibujado, cómo alimenta o no la visión crítica?(...) «Una consecuencia inmediata del hecho de que el hombre sea extraño al producto de su trabajo: el hombre es extranjero para el hombre», proclamó Marx para denunciar por otra parte: «Cuanto menos eres, más tienes... así todas las pasiones y todas las actividades son consumidas por la codicia». Lo suficiente como para querer salir de la rueda de hamster.