Este domingo el histórico CE Sabadell cumple contra la UD Las Palmas el millar de partidos oficiales jugados en la Nova Creu Alta desde su inauguración en 1967. Una efeméride que nos recuerda que la historia de nuestro Athletic también está ligada tanto al viejo como al nuevo estadio arlequinado, lo mismo que al equipo catalán. Quince partidos han disputado los leones en el feudo del Sabadell desde aquel primero de la temporada 1943-44 en el que un once rojiblanco formado entre otros por Nando, Panizo, Iriondo o Zarra salió escaldado con un 5-1 desfavorable en el marcador.

Desde entonces, los bilbainos han cosechado cinco victorias, cinco empates y cinco derrotas en campo catalán, hasta la despedida del Sabadell de la Primera División allá en la campaña 1987-88, en la que el Athletic salió derrotado 3-1. El once del inglés Howard Kendall lo formaban Biurrun, Alkorta, Ferreira. Lizeranzu, Lirrazalde, Patxi Salinas, Gallego, Joseba Agirre, Urtubi, Argote y Uralde, ante un Sabadell capitaneado entonces por el exrealista Periko Alonso. Esa temporada, los arlequinados bajaron a Segunda precisame tras perder ante el Athletic en San Mamés en la última jornada, en lo que fue la mayor movilización de seguidores a un campo rival, unos 5.000, en toda la historia del club.

Pero si hay un partido entre ambos conjuntos que ha quedado esculpido en la memoria colectiva rojiblanca ese es el disputado un 23 de noviembre de 1969 en la Nova Creu Alta. Restaban cinco minutos para el final y los leones de Ronnie Allen ganaban 1-2. En aquel instante, una dura entrada del veterano Ramón de Pablo Marañón le costaba literalmente la carrera futbolística a un prometedor Javier Clemente. El `Rubio' de Barakaldo veía truncada su trayectoria como jugador con solo 19 años. «No le culpo de nada. Fue una entrada muy dura, pero como esa hay muchas. El partido había sido muy tenso, y estábamos todos un poco picados», recordaba el propio Javi apenas ocho años después. Fractura de tibia y peroné que no soldaron bien, una lesión que se complicó con el paso del tiempo y que retiró a Clemente de forma definitiva a los 24 años.

Esa misma campaña, el Athletic volvería a visitar de nuevo la Nova Creu Alta en Copa, donde caería 2-1, con gol de Fidel Uriarte, aunque dos tantos de Txetxu Rojo en la vuelta darían el pase a semifinales. En la 85-86 volverían a toparse con el Sabadell en el torneo del KO, empatando allí con tanto de Endika, repitiendo marcador a la vuelta con otro de Urtubi y pasando a penaltis. Pero no fue su última visita a este estadio, ya que en 2005 la Copa les emparejó con el Hospitalet, que jugó su partido en casa en la Nova Creu Alta, resolviendo el partido, en ocho minutos, con goles de Yeste y dos de Llorente.

De Izaola a Lakabeg

Athletic y Sabadell han compartido partidos de Liga y Copa en algo más de medio siglo, pero también jugadores que se han enfundado las dos camisetas, como Ignacio María Izaola, con nueve participaciones de león y nada menos que 111 partidos en siete años con los saballuts, entre 1959-66, o el portero zornotzarra Javier Etxebarria Azarzola, que vistió de arlequín entre 1966-69, aunque solo seis veces.

Otro de ellos fue un grande de San Mamés, Mauricio Mauri Ugartemendia Lauzirika, quien formara junto a Maguregi una de las duplas centrocampistas más renombradas del Athletic. Tras once temporadas de rojiblanco, el de Gernika recaló en el Sabadell en la 1965-66, donde jugó diez partidos e hizo 3 goles.

En esos mismos años, y tras haber militado entre 1956 y 1961 en el Athletic, otro ilustre, Angel Sertucha Ereñozaga, el defensor del pañuelo en la frente, fichó por los arlequinados, donde permaneció entre 1963 y 1968, disputando nada menos que 126 partidos y convirtiéndose en uno de los jugadores más queridos y recordados de la historia del club catalán. Tanto que en octubre de su último año se le tributó en la Nova Creu Alta un partido de homenaje entre sus dos equipos de siempre. Los bilbainos, que formaron con Deusto; Sáez, Raúl, Aranguren; Betzuen (Zorriqueta), Larrauri; Lavin, Aguirre (Ormaza), Arieta (Ibáñez), Uriarte y Rojo I (Clemente), ganaron 1-4.

El siguiente en aterrizar en el club catalán fue José Antonio Latorre Beaskoetxea quien, tras cinco campañas en Bilbo, completó otras tres en Sabadell, entre 1966-69, aunque apenas participó en diez de partidos.

Otro inolvidable león que vistió también la camiseta del Sabadell fue Koldo Agirre, quien decidió dejar el Athletic tras la dolorosa muerte de su hermano Iñaki y fichar por el Sabadell donde, después de jugar solo 115 minutos esa temporada, se retiró en 1970. Poco después fue Nico Estéfano el que probó suerte, tras siete campañas de zurigorri y salir `rebotado' del equipo campeón de Copa en Castellón junto a Betzuen e Ibáñez. Allí estuvo entre 1973 y 1975, completando 58 encuentros hasta su vuelta al Sestao. «El primer año allí fue cojonudo, pero en el segundo ya no. No nos pagaron», recordaba en una entrevista.

Una campaña es la que estuvo también otro recordado león como fue Javier Escalza, al que el corazón se le paró hace casi cinco años. El sobrio defensor de Arrankudiaga recaló allí en la temporada 1983-84, tras haber pasado por el Espanyol, y jugó 33 partidos, logrando el ascenso a 2ªA. El último rojiblanco en enfundarse ambas camisetas fue Andoni Lakabeg, que permaneció dos cursos bajo la disciplina arlequinada, sumando un total de 50 partidos.