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BALONCESTO «Derbi cooperativo» en el Buesa Arena que se lleva el Caja Laboral Baskonia

La lógica no entiende de altibajos

Los donostiarras vuelven a caer a puestos de descenso, pese a arrancar con un 7-19 a su favor, incapaces de responder a la propuesta física de la defensa baskonista. Pese al triunfo, los gasteiztarras se volvieron a complicar la existencia en los últimos minutos.

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CAJA LABORAL BASKONIA 88
LAGUN ARO GBC 80

Como era de esperar, el Caja Laboral Baskonia se impuso en el «derbi cooperativo» del Fernando Buesa Arena. Los de Zan Tabak afianzan su segunda plaza en la Liga ACB Endesa, mientras que Lagun Aro GBC vuelve a los puestos de descenso, después de que a su derrota se le uniera la victoria del Fuenlabrada en su cancha ante el Valladolid.

A pesar de la notable diferencia entre ambos equipos, los dos coincidieron en numerosos altibajos en su juego, de modo que hubo momentos en los que pareció que Gipuzkoa Basket pudo haber dado la sorpresa, mientras que en otros el Baskonia llegó a amagar la paliza. Al final, la irregularidad mutua hizo que se llegara a un pacto de no agresión: los gasteiztarras no vieron peligrar su triunfo mientras que los guipuzcoanos caerían por una desventaja digna. Sin embargo, tanto unos como otros deberán mejorar y bastante en el apartado de la regularidad, si quieren obtener los objetivos que persiguen.

Una diferencia de físico

La propuesta física de conjunto gasteiztarra, con sus presiones a toda cancha tras canasta, fue la principal diferencia a favor de los locales, siempre y cuando estos exhibieran el debido respeto hacia los de Sito Alonso. Cuando los pupilos de Tabak se relajaban, o directamente pensaban que ya lo tenían ganado, se encontraban con un rival que volvía a ejercer de tortuga de la fábula, volviendo a la estela del Caja Laboral Baskonia.

La mayor diferencia estuvo en la capacidad de respuesta de los bases guipuzcoanos. Javi Salgado, uno de los héroes de la última victoria ante UCAM Murcia, se vio apabullado ante la presión baskonista, incapaz en muchos momentos de subir el balón al campo de ataque rival, ni mucho menos conducir al equipo. En cambio, Raulzinho Neto supo encontrar la solución en la velocidad de sus piernas, al menos mientras se lo permitieron las faltas. Gracias a esa explosividad de movimientos, el base brasileño halló tanto la manera de lanzar a canasta como para ofrecer balones en ventaja para que Morris Finley o Dani Díez -titular como ala-pívot en lugar del lesionado Qyntel Woods-, lanzaran a gusto y con tino.

El primer cuarto fue de un relativo descalabro baskonista, con Cook naufragando ante Neto y Lampe frente a Doblas. El pívot polaco, cuyo futuro ven vestido de blanco en los mentideros baloncestísticos, hizo gala de una buena muñeca, pero sufrió más de la cuenta ante el juego de Doblas en el poste bajo.

Tras el 7-19 de inicio, con Nocioni sosteniendo al Baskonia y gracias, Tabak atinó a sacar a Heurtel, Nemanja Bjelica y Pleiss, hombres que no solo ofrecieron una propuesta física, sino que además añadían el dominio del rebote y el acierto en el triple, llegando así con una desventaja de cuatro puntos, 19-23, al final del primer período.

Por contra, la rotación de Gipuzkoa Basket no era capaz de sostener el ritmo gasteiztarra, con Papamakarios y Paunic erráticos en el tiro. Un parcial de 21-8 -en realidad, la brecha se extendía a 37-12 desde el 7-19- abrían el marcador a un 44-31 que se entendía definitivo.

«Vamos a atacar más duro, y a intentar apretar el marcador a una desventaja de 10 u 11 puntos», explicaba Sito Alonso en un tiempo muerto. Dicho y hecho, y con creces. Una absurda antideportiva de Heurtel a Neto, una canasta de pillo de Paunic y un «dos más uno» de Doblas sobre Pleiss dejaba el luminoso 44-39 en tiempo de descanso.

De extremo a extremo

El partido quedó decidido con el arranque del tercer cuarto. Los de Tabak salieron dispuestos a solventar el derbi, y así lo hicieron. Nocioni seguía clavando triples y borrando a Papamakarios, mientras que Neto se cargaba de faltas intentando parar el juego que guiaba Heurtel. Jelinek y Pleiss, jugando con mucha comodidad, aportaban hasta lograr que los gasteiztarras rompieran el partido: 73-57 al final del tercer cuarto.

Pero Rubio, Finley e Ibekwe se negaron a darse por vencidos. El Baskonia, además, volvió a desenchufarse y los de Sito Alonso volvieron a meterse en el duelo. Con 79-72, Salgado clavaba un triple mientras recibía una falta. Pero los árbitros entendieron que la personal de Heurtel fue anterior, y del posible 79-76 se pasó a 81-72. Pese a los altibajos, al final se impuso la lógica.

Arnaitz GORRITI

 

Zan Tabak, preocupado por los «altibajos»; Sito Alonso felicita la actitud de los suyos

La famosa expresión de «sí, pero no» fue el común denominador de las opiniones de los protagonistas del derbi de Gasteiz. Asimismo, resultó chocante que Sito Alonso se mostrara bastante más satisfecho que Zan Tabak, como si hubiera sido Gipuzkoa Basket quien se había llevado el derbi.

Así, por ejemplo, Zan Tabak reconocía que «en el partido contra el Joventut se vio que, si no estás preparado, puedes perder. En este partido, al igual que otros, hemos tenido muchos altibajos, especialmente por problemas de falta de concentración y de intensidad defensiva. Hemos tenido dos opciones de acabar el partido, y no lo hemos hecho».

Resultó curioso el rictus algo cansado, cansado por esta irregularidad de los suyos, del técnico de Split. «Creo al cien por cien que este equipo debe y puede jugar más regular, y el rival no tiene nada que ver. Lo primero es ser intensos atrás, y hemos perdido esa intensidad desde hace ya un mes, aunque también es cierto que el perfil joven del equipo propicia la irregularidad», concedió.

«Cuando dices una cosa mil veces, al final se queda en el aire. No basta con decir las cosas, sino que hay que actuar de otra manera», culminó un Tabak tan enigmático como elocuente.

Su homólogo donostiarra, Sito Alonso, prefería mirar el lado bueno de las cosas y felicitaba a sus jugadores «por los 10 u 11 primeros minutos espectaculares. Luego, cuando lo más fácil hubiera sido rendirse y bajar los brazos cuando iban 18 puntos abajo, se ponen a siete y con dos oportunidades de ponerse a cuatro».

«Eso sí, no puedes olvidarte de estar más concentrado, sobre todo cuando el rival tiene a jugadores que tienen momentos de inspiración, como Nemanja Bjelica y Heurtel», añadió el de Monzón, a modo de autocrítica.

Por su parte, Nocioni opinaba que este triunfo de ayer les dará «confianza» de cara al futuro. «Necesitábamos esto tras las últimas derrotas y para mejorar como equipo», dijo.   A. G.

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