Mikel INSAUSTI Crítico cinematográfico
Películas lentas
Cuando a la salida del cine me encuentro con alguien y le pregunto si le ha gustado la película, la respuesta que más temo es la tan repetida de «me ha parecido lenta». Suelo salir de tan embarazosa situación, haciendo la consabida broma sobre que todas las películas se proyectan a la misma velocidad. Es un comentario que no considero ofensivo, ya que me parece más honesto reconocer que uno se ha aburrido, sin echar la culpa al proyeccionista.
Estoy dispuesto a admitir que a nivel coloquial a las películas que aburren se las defina como «lentas», pero me causa una enorme decepción que dicha errónea terminología se utilice en los medios, y más aún en una radio pública. Para comentar el estreno en Bilbo de «Érase una vez en Anatolia», el locutor de la sección cultural de un informativo dijo que era una película premiada en el Festival de Cannes, pero «lenta».
Después de oír algo así, me sentí como los profesores y educadores en general, cuando no les queda otro remedio que admitir que algo estarán haciendo mal, ante la falta de formación académica del alumnado. Pues sí, algo habremos hecho rematadamente mal los comentaristas y críticos de cine para no conseguir erradicar conceptos tan pobres al hablar de las películas.
En mi caso concreto llevo 33 años escribiendo sobre cine, por lo que me siento culpable en mi parcela de no haber sabido transmitir un mayor conocimiento. Parece mentira que en todo ese tiempo los peores tópicos hayan sobrevivido, lo que me hace pensar en que los lentos somos nosotros, que no evolucionamos para ver el cine con otros ojos, con otra mentalidad.