Donostia reclama que el Onkologikoa sea de Osakidetza
El Pleno donostiarra se suma a las instituciones que defienden que, aprovechando el fin del actual convenio, Onkologikoa pase a integrarse en la red pública de Osakidetza. La propuesta salió adelante con los votos de Bildu y PSE, mientras que PNV y PP se opusieron.Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
El Pleno municipal de Donostia aprobó ayer, con los votos de Bildu y el PSE, una declaración en la que se pide la integración del Instituto Oncológico, sito en la zona hospitalaria de la capital guipuzcoana, en la red pública de Osakidetza. La resolución fue acogida con aplausos por parte de algunos de los trabajadores del centro, que habían acudido a la sesión.
Bildu, PSE y PP se habían presentado en este pleno de marzo con sus respectivas resoluciones sobre Onkologikoa bajo el brazo. Finalmente, los dos primeros grupos consensuaron un texto de tres puntos que comienza reconociendo una vez más la importante tarea que lleva a cabo este centro sanitario en la lucha contra el cáncer.
El segundo punto es el que reclama la integración en Osakidetza, una demanda que viene siendo repetida durante las últimas semanas por diferentes instituciones como el Parlamento de Lakua -con los votos de EH Bildu y PSE- y colectivos.
Las reacciones comenzaron desde la propia casa, después de que 59 facultativos médicos firmaran el pasado 25 de enero una carta en la que reivindicaron, entre otras cosas, el carácter público de Onkologikoa.
Después llegó el comité de empresa, que suscribió «por unanimidad» un comunicado que apuntaba en la misma dirección, destacando que «la integración es la única salida». Unos días más tarde se pronunciaron 230 trabajadores de unos 300, entre fijos y eventuales.
El último punto de la declaración municipal insta al Ejecutivo de Lakua y a Kutxabank a mantener la financiación durante el «periodo transitorio» hasta la solicitada integración.
PP y PNV defendieron un nuevo convenio a largo plazo similar al vigente y que vence este año. Esta es la propuesta por la que aboga el Gobierno de Urkullu, pero el pleno donostiarra se posicionó en contra.