Los ministros de Finanzas de los países emergentes que integran el grupo conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) acordaron ayer en Durban (Sudáfrica) poner en marcha un banco de desarrollo propio para financiar infraestructuras, que les permitirá esquivar al Banco Mundial, según un funcionario sudafricano.

El principal objetivo del banco será ayudar a movilizar recursos para proyectos de infraestructuras y desarrollo sostenible en los BRICS y otras economías emergentes.

Según la fuente sudafricana, los cinco estados pondrán a disposición 10.000 millones de dólares cada uno para este instituto financiero, con lo que en total contaría con 50.000 millones de dólares. Sudáfrica espera que el banco tenga su sede en Johannesburgo o Ciudad del Cabo. Este banco y un fondo anticrisis también previsto pretenden ser contrapesos al FMI y al Banco Mundial.

El anuncio oficial se realizará hoy durante la cumbre a la que asisten los jefes de Estado, y que se celebra en la ciudad sudafricana. No obstante, un diplomático indio precisó que se trata de un acuerdo de principio, ya que quedan flecos pendientes sobre cuestiones técnicas.

«Independencia económica»

La conferencia se centrará, asimismo, en la búsqueda de una mayor «independencia económica de Occidente» así como en una inclusión mayor del continente africano.

Tratará también la puesta en marcha de un fondo conjunto de reservas de divisas extranjeras, así como de un centro de estudios propio y de un consejo de negocios de los BRICS.

Los estados del BRICS representan el 42% de la población mundial y alrededor del 45% de la fuerza laboral que existe en el planeta, según datos del propio grupo. Estas cinco economías representaron en 2012 el 21% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y el comercio entre ellos alcanzó los 282.000 millones de dólares.