Xabier López Peña, encarcelado en la prisión gala de Fleury, murió ayer en un hospital de París y engrosa la ya larga lista de presos vascos fallecidos cuando cumplían sus condenas. Apenas dos semanas después de la muerte de Angel Figueroa, en prisión atenuada por su grave enfermedad, el fallecimiento de este galdakoztarra de 54 años vuelve a causar dolor a una familia vasca, a teñir de luto la actualidad política de este país, y a poner de manifiesto la inaplazable necesidad de poner fin a la estrategia carcelaria de Madrid y de París.

López Peña falleció en el hospital parisino de Pitié-Salpêtrière, donde permanecía ingresado desde el pasado 13 de marzo. Allí había sido trasladado desde el hospital Corbeil-Essone, donde había llegado dos días antes procedente de Fleury tras padecer un infarto. Su estado de salud se vio agravado a causa de un derrame cerebral sufrido en el último centro hospitalario el miércoles, un empeoramiento que al final ha tenido un desenlace fatal.

Según informó Etxerat, a pesar de que el fallecimiento se produjo en torno a la una de la madrugada, sus familiares no tuvieron conocimiento de ello hasta doce horas después, cuando acudieron a visitarle.

A la espera de recabar más información y analizar los informes médicos pertinentes, la asociación de familiares de presos denunció la forma de actuar «difícil de entender» que tanto desde la cárcel de Fleury como desde el hospital Pitié-Salpêtrière han mantenido hacia los familiares y allegados del preso vizcaino, «al silenciar en todo momento su estado, incluido su fallecimiento, y dificultar las visitas y el contacto con él».

De hecho, ayer mismo, y según citó la agencia Efe, el hospital mantenía un absoluto mutismo, una actitud idéntica a la de la prisión en la que se encontraba preso. Asimismo, tanto desde el Elíseo, sede de la presidencia francesa, como desde los ministerios de Justicia e Interior, no ha habido reacción oficial ante el fallecimiento.

Llamamiento desde Itsasu

También la clase política española mantuvo un absoluto silencio sobre la muerte del prisionero vasco, al igual que buena parte de los partidos políticos vascos. Sí hubo reacciones por parte de Abertzaleen Batasuna, Aralar, Alternatiba, EA y Sortu, que hicieron una valoración conjunta desde Itsasu, donde participaron en un acto político en homenaje a los miem- bros de Enbata en el 50 aniversario de esta organización, en vísperas del Aberri Eguna.

Jon Iñarritu, en castellano, Hasier Arraiz, en euskara, y Pello Etcheverry-Aintxart, en francés, trasladaron su solidaridad y sus condolencias a los familiares y allegados del preso vasco, solidaridad que hicieron extensible al resto de familiares de presas y presos, y denunciaron la política penitenciaria que aplican los gobiernos español y francés, con «recetas del pasado y con medidas de excepción que no tienen ningún sentido en este nuevo escenario de paz en Euskal Herria». A su juicio, esta muerte es consecuencia del alargamiento del conflicto, un conflicto que «no acabará hasta que al final las cárceles estén vacías». Y en este sentido, hicieron un llamamiento «al Reino de España y a la República francesa» para que «desbloqueen y dejen desbloquear, haciendo caso al sentido común, a la comunidad internacional y a la sociedad vasca, y den pasos en la resolución de las consecuencias del conflicto, especialmente en lo que tiene que ver con la política penitenciaria».

«Que acaben ya con las medidas de excepción, con la dispersión, que saquen a la calle a los presos graves y a todas aquellas personas que han cumplido su condena», emplazaron, e hicieron un llamamiento a la población vasca para que se sume a las movilizaciones que se han organizado con motivo de la muerte de Xabier López Peña.

Del mismo modo, la nueva organización juvenil Ernai también quiso expresar el «mayor respaldo, abrazo caluroso y más sentidas condolencias» a los familiares y allegados del preso galdakoztarra. En una nota, Ernai valoró que «la política penitenciaria criminal de los estados español y francés ha asesinado a Xabier López Peña, dejando en evidencia una vez más la urgencia de cambiar esa política».

«Es el inmovilismo de Rajoy y Hollande el que ha asesinado a Xabier -añade Ernai-. Para avanzar en el proceso de solución del conflicto es imprescindible garantizar los derechos que les corresponden a los presos políticos y liberar a aquellos que se encuentran gravemente enfermos».

Asimismo, Ernai hizo un llamamiento a secundar las movilizaciones convocadas.