GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

ABERRI EGUNA MARCADO POR LA MUERTE DE LÓPEZ PEÑA

El PNV elude hablar de los presos y ofrece al PP debatir sobre el estatus

p005_f01_2029.jpg

GARA | BILBO

Algunos cientos de seguidores del PNV participaron en la celebración de Aberri Eguna convocada un año más en la Plaza Barria de Bilbo. El aliciente era volver a contar como orador principal con un lehendakari, Iñigo Urkullu. El guión preestablecido no cambió en absoluto tras la muerte de Xabier López Peña en París. De hecho, los oradores jelkides no hicieron una sola referencia ni a este tema ni al problema carcelario en general, pero por contra sí hablaron extensamente de ETA y también del PP, al que tendieron la mano para hablar sobre el estatus.

Urkullu se limitó a hacer consideraciones generales como que en Euskal Herria «estamos dejando atrás años de chantaje, de muerte, de desolación y de tristeza». «Hay quien se resiste, quien se quiere aferrar al pasado. Hay quienes miran permanentemente al pasado y no quieren mirar ni a su futuro ni al de los demás», añadió.

Acto seguido, dio a entender que se refería a ETA, porque le dijo que «sabe que tiene que terminar lo que empezó» dado que «no tiene otra alternativa» y «es la deuda que tiene con la sociedad vasca».

«Cuanto antes lo asuma y lo aplique, mejor para todos porque este pueblo, Euskadi, no le va a permitir otra cosa. No se lo ha justificado y no se lo va a permitir», aseguró.

«Queremos la paz, merecemos la paz. Desde antes incluso pero, sobre todo, desde 1936 no hemos conocido la convivencia en paz -continuó el lehendakari-. Ya es hora de cerrar las heridas de la violencia. Ya es hora de aprovechar esta oportunidad única que nos merecemos».

Acuerdo sobre el marco

A partir de ahí, Urkullu aseguró que será hora de «alcanzar un acuerdo para un nuevo estatus». «Hemos demostrado que sabemos caminar, que podemos caminar solos, que sabemos abrirnos camino. El futuro es nues- tro, nos pertenece».

Antes que Urkullu intervino el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, que profundizó más en esta idea para tender la mano al Gobierno del PP. Según explicó, el PNV no solo busca una solución para Euskal Herria, sino que ofrece al Ejecutivo español ayuda para cambiar todo un modelo de Estado que «no satisface ni a vascos ni a catalanes, y ahora parece que ni siquiera a los españoles».

«Si algo necesita un cambio profundo, de 180 grados, es el Estado español», prosiguió Ortuzar. Por ello, el PNV le propone un acuerdo sobre «dos premisas: El respeto de la identidad nacional vasca desde la bilateralidad, hablar de igual a igual, de pueblo vasco a pueblo español» y «el respeto para que los vascos decidan su futuro».

Aparte del conflicto violento y la cuestión política, el tercer vértice de las intervenciones de este Aberri Eguna del PNV fue la crisis económica, aspecto que desarrolló sobre todo Iñigo Urkullu desde su perspectiva de jefe del Gobierno de Lakua.

«Dique de contención»

Así, se quejó, en aparente alusión al PSE, de que «hay quien está como el perro del hortelano». Destacó que quien quiera ayudar «tiene la puerta abierta» y pidió a quien no esté en esa posición «que no ponga palos en las ruedas».

«Este Gobierno va a seguir adelante porque este país tiene que seguir adelante. Estamos inmersos en la realidad y tenemos proyecto para el corto, medio y largo plazo», afirmó Urkullu. Dijo que asume que «ahora las circunstancias son difíciles» pero se mostró seguro que de que los valores del PNV son superiores porque «nuestro compromiso social es más diáfano y el compromiso con las personas se hace más evidente».

«No nos detenemos en etiquetas, palabrerías vacías o términos huecos. Dijimos que íbamos a hablar menos y hacer más porque lo nuestro son los hechos. El hecho es que nunca hemos dejado a nadie atrás y hemos preferido caminar más despacio para avanzar todos», afirmó ante los simpatizantes jelkides en este acto, realizado al aire libre en esta céntrica plaza de Bilbo.

Aseguró que su gobierno defiende ante todo la «justicia social» porque «sus deberes son importantes cuando arrecia la dificultad». Habló de «una crisis económica sin precedentes» a la que «tenemos que hacerle frente con valores de justicia y protección». En ningún momento hubo alusiones a las fuertes restricciones presupuestarias del proyecto que ha presentado y que por ahora no suma ningún apoyo (el PP es la formación más cercana de antemano).

En este punto, resultó curioso el emplazamiento de Iñigo Urkullu a mirar «hacia el sur», donde dijo que se ven «servicios públicos que se cierran, privatizaciones y administraciones con deudas que les impiden atender sus responsabilidades».

«Eso en Euskadi no va a pasar. Hemos construido un dique de contención, de garantía de los servicios públicos esenciales -aseveró-. En la patria de vascos nadie se queda atrás».

El PNV fue el único partido que hizo celebración propia y diferenciada en este día.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo