Si Jimmy Murphy, técnico de la selección de Gales allá a finales de los cincuenta del siglo pasado, se hubiera sentado en el banquillo del Athletic el domingo, se habría quejado y mucho del juego duro de sus jugadores. «No me gustaron las entradas que hicimos. Les hacemos daño, pero se levantan», dijo una vez el peculiar entrenador. La anécdota viene a cuento porque de Pancorbo hacia abajo, `puntopelotas', `futboleros', `manolos' y demás realitys deportivos no han cesado desde el mismo pitido final del partido en La Catedral de arrearle a los rojiblancos más duro que ellos a los tobillos del intocable Cristiano Ronaldo y los suyos.

Más allá del inapelable 0-3, de la doble personalidad futbolística del portugués que pasó por el clásico como héroe y villano a la vez, los tertulianos de turno en la capital del Reyno han repuesto más veces que ``Pretty woman'' la entrada acelerada con los dos pies por delante de Herrera al minuto de juego, la patada de impotencia de Muniain a Marcelo, el adrenalítico tackle de Toquero a Albiol o los piques de San José y Aurtenetxe con el irascible delantero luso. Lo raro es que ninguno rescatara la frase de Schuster cuando dicen que dijo aquello de que ir a jugar a Bilbo era como ir a la Guerra de Corea.

Es cierto que Ronaldo recibió en San Mamés más faltas que en ningún otro partido esta temporada -hasta seis- pero de igual modo lo es que en ninguna le fueron a `cazar' y si de Despeñaperros hacia abajo quieren hacernos creer que San José o Aurtenetxe son del mismo palo que Ballesteros o Fernando Navarro, antes pasa un camello por el ojo de una aguja.

Agresividad, pero sin mala fe

Si Ronaldo se siente `cazado' o así nos lo venden, basta echar un vistazo a la estadística de jugadores que más faltas han recibido hasta la fecha para encontrar en lo más alto de la tabla a Ander Herrera, con 90 infracciones sancionadas a su favor; el victimista Ronaldo está en el séptimo puesto, con 70 faltas. Pero aun hay más. Entre los veinte futbolistas con más infracciones cometidas se encuentran dos madridistas, como son Sergio Ramos y Arbeloa; no bay ninguno del Athletic. Otro dato: el Madrid tiene más mismas tarjetas rojas que el Athletic.

A los rojiblancos los tertulianos de la `Liga de dos' le hurtaron su tuteo al Madrid durante casi una hora de juego, para colgarle el sambenito de una dureza injustificada. Los de Bielsa son el 7º equipo que menos faltas hace, y, sin embargo, son duramente castigados al ser el 7º que más amarillas ve. Por cierto, es el 6º que más faltas recibe.

Otra cosa es que el Athletic necesariamente planteara ante el Madrid un partido duro, de choque, de presión, de tensión, de respiración en el cogote del rival, de morder los tobillos del contrario. «Si no jugamos con agresividad en vez de 3 nos meten 6», respondió Ander Herrera a la finalización del choque. Y así se desactivó a Ronaldo, Alonso o Modric en la primera mitad. Hubo entradas, pero nobles, nunca mala fe. Pero, claro, en la `Liga de dos' personajes como Jimmy Murphy no tienen sitio.