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Internacional

La sombra hooligan

Violencia en el fútbol inglés, donde habrá duelo galés en la Premier League.

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Joseba VIVANCO

Los seguidores del católico Celtic de Glasgow despidieron a su manera en Celtic Park a Margaret Thatcher, en un fin de semana en el que el fútbol inglés recordó el 24 aniversario de la tragedia de Hillsborough, que se saldó con 96 fallecidos. Lo hicieron en los prolegómenos del derbi de Tyne and Wear, otrora partido de máxima rivalidad en Inglaterra, y que enfrentó en St. James Park en la lucha por la salvación a un venido a menos Newcastle -por cierto, ha habilitado una zona especial para que sus jugadores mulsumanes, hasta siete, puedan orar- y su vecino el Sunderland del declarado fascista Paolo Di Canio. La Army Toon local entonó en los primeros minutos el famoso ``Justice for the 96'' en un gesto de solidaridad al que también se unieron los black cats que cruzaron el río Tyne para vivir el partido en directo.

Dos ciudades que lucharon en bandos opustos en la guerra civil inglesa, en el levantamiento jacobita o en la Revolución Industrial. Dos ciudades separadas por apenas 18 kilómetros y ningún otro club de la Premier en 150 a la redonda. No es de extrañar por ello que el gran Bobby Robson llegara a sentenciar que «el fútbol es religión en la región». Tras el 0-3 con el que los visitantes acallaron las gradas geordies, los hooligans locales persiguieron a los seguidores del Sunderland, a quienes lanzaron piedras y ladrillos en la estación central, dando inicio a una batalla campal con las fuerzas del orden. El balance final, 29 hinchas detenidos y tres policías heridos.

«El club va a tomar la medida más contundente posible contra los hinchas que sean declarados culpables de lo ocurrido y decretar la suspensión de por vida a la entrada al campo», ha comunicado el Newcastle United. Un regreso al hooliganismo de los años de la Dama de Hierro, y es que un día antes, en la semifinal de FA Cup entre Millwall y Wigan, aficionados de los primeros se enfrentaron entre ellos y con la Policía causando graves disturbios dentro del estadio de Wembley. Sus hinchas están catalogados como algunos de los más vándalos de las Islas. El lema e himno del humilde club del sureste de Londres lo dice todo: «No gustamos a nadie, pero no nos importa». Su enemigo histórico es el West Ham, cuyos aficionados no se sumaron en los años 60 a una huelga general como hicieron los del Milwall, lo que abrió un capítulo de odio y enfrentamientos.

Imágenes que retrotraen a los años más violentos del fútbol británico y que las autoridades no dudan en atajar. Hace unos días, un aficionado del Arsenal que lanzó un plátano al spur Gareth Bale fue multado con 292 euros y tres años sin pisar un terreno de juego. Se ve que no se andan con chiquitas, no.

Una sombra demasiado alargada la que acompaña al fútbol británico y que, si de forma esporádica se plasma en estos enfrentamientos, donde no hay cuartel es en los cánticos que las aficiones profesan a sus rivales, sobre todo a los jugadores.

Alguien dijo una vez que el fútbol es un deporte para caballeros jugado por hooligans, y el rugby un deporte para hooligans jugado por caballeros.

Las gradas del fútbol inglés derrochan de todo menos clemencia hacia el rival, con cánticos que no dudan en zaherir al enemigo futbolístico hasta el extremo de que al Tottenham, de origen judío, le recuerden las cámaras de gas de Hitler; que la hija del capitán red Steven Gerrard, con problemas médicos al nacer, fuera blanco de sus estrofas; o al que fuera gran central del Arsenal y la selección Sol Campbell le cantaran «Sol, Sol, caerás en la locura y no nos importa una mierda cuando te cuelguen de un árbol, Judas hijo de puta con sida», al hilo de los rumores sobre su presunta homosexualidad.

En 2009 la Federación Inglesa de Fútbol anunció su intención de acabar con los insultos «hostiles e insultantes» que lanzan algunos aficionados en los estadios, racistas y abiertamente homófobos en la mayoría de casos. «A diferencia de los aficionados españoles, cuyos impulsos racistas son eso, impulsos, los ingleses calculan y calibran sus insultos con mucha antelación, parecido a una agencia de publicidad pero con más cervezas y odio de por medio», escribía el periodista inglés John Carlin en ``La tribu''.

Bayern y PSG reparten primas

No es de extrañar que a nuestro idolatrado Joey Barton se le ocurriera bromear en su Twitter -@Joey7Barton, con más de dos millones de seguidores- que el central brasileño del PSG Thiago Silva «parece un transexual con sobrepeso». La Federación Francesa de Fútbol ha analizado su comentario y no ha encontrado motivo de sanción. Joey, nacido y criado en Huyton, en Merseyside, uno de los lugares con más delincuencia de Inglaterra, ha dejado tras de sí un rastro de múltiples peleas con compañeros y rivales -entre ellos un codazo a Tévez y una patada al Kun Agüero-, y ahora vuelca su locuacidaz en las redes sociales, donde sus comentarios no pasan inadvertidos.

Su Marsella está ya a 9 puntos del PSG de Ibrahimovic, que se perfila ya como campeón de la Ligue 1 -según Eurosport, el red devil Rooney recalará en París la próxima campaña-, y por cuyo título los jugadores se embolsarán 400.000 euros brutos de prima cada uno. Es lo que tiene estar financiado por un millonario qatarí. Dicen que el inglés David Beckham ha donado 500.000 euros a un hospital de París, algo que no tiene mucho mérito para alguien como él si lo comparamos con los 1,8 millones donados por el japonés Makoto Hasebe, del Wolfsburgo, para los niños afectados en 2011 por el accidente de Fukushima.

Los jugadores del Bayern de Munich se repartirán 4 millones de euros de prima extra por haberse alzado con la Bundesliga. Los bávaros volvieron a ganar este fin de semana, 4-0, y aunque ya no tiene opciones al título, el Dortmund también se dio un festín al imponerse 1-6.

El polaco Robert Lewandowski suma 11 jornadas seguidas marcando, a la caza del récord de Gerd Torpedo Müller, que perforó la meta contraria en 16 duelos consecutivos.

En la Premier solo se jugaron algunos partidos de Liga, entre ellos la confirmación del United como líder, que ganó 0-2 al Stoke con gol de Robin van Persie, quien no anotaba desde hacía diez jornadas. 15 puntos le saca ya al City -al bávaro Mario Gómez le sitúan ya como skyblue-, pero la sorpresa la da un Arsenal que derrotó 3-1 al Norwich y ya es tercero, aunque este martes, en partido aplazado, no pasó de las tablas (0-0 ante el Everton en casa, un marcador que no se daba entre ambos desde 1912). A pesar de la igualada, los Gunners siguen terceros con dos puntos de ventaja sobre el Chelsea y el Tottenham, pero con dos partidos más que los Blues y uno más que los Spurs. Todo lo contrario de un Liverpool que no pasó el empate en casa del colista Reading y ya se encuentra a 8 puntos de Europa, demasiado lejos como para alcanzar una de las deseadas plazas.

Quien si acaba de hacer historia es otro modesto que debutará la próxima campaña en la Premier, como es el Cardiff, lo que asegura un derbi galés con el Swansea, un clásico cuya primera edición se remonta a 1912 y cuyas aficiones tuvieron en su día momentos de enorme rivalidad. Gales, con selección propia, Liga propia y dos equipos en la máxima competición inglesa. Su dueño, el malasio Vincent Tan, ya ha anunciado que cuenta con algo mas de 25 millones de libras para invertir en nuevos fichajes con el fin de hacer un equipo competitivo.

En la Seria A italiana, la Juventus sostiene el pulso y se impuso 0-2 a la Lazio, con lo que los biancocelesti conservan la 5ª plaza empatados a puntos con su rival local, la Roma, que ganó al Torino. Mientras tanto, el Nápoles no logró recortar su ventaja a los juventinos, tras firmar un empate a uno en San Siro en su visita a un Milan donde el joven faraón El Shaarawy sumaba 15 goles y 1 asistencia antes de la llegada de Balotelli; y después 1 gol y 0 asistencias. El que va sin frenos y cuesta abajo es el Inter, que cayó 2-0 ante el Cagliari.

Poca incertidumbre en los principales campeonatos, lo contrario de la apretada Eredivise, donde el Ajax ha dado un golpe sobre la mesa al derrotar 2-3 a su perseguidor PSV Eindhoven, y ya le saca cinco puntos al segundo, el Vitesse. Y un holandés viejo conocido del fútbol español como Royston Drenthe, ex del Madrid, logró una triplete con su Alania Vladikavkaz, farolillo rojo de la Premier rusa.

No colista, sino campeón, ha terminado el Al Sadd qatarí de Raúl González, club que consigue el título siete años después; en julio recibirá un partido-homenaje en Gerselkinchen, entre su ex Schalke y su actual equipo, para el que ya están vendidas las 60.000 entradas.

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