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Los presupuestos de Lakua, camino de la prórroga

Las vagas promesas de Urkullu no frenan el rechazo al presupuesto

El documento elaborado por el lehendakari pretende salvar el presupuesto actual con ofertas de acuerdos en planes y repartos futuros, y no evita que EH Bildu, PSE y UPyD presenten sus enmiendas a la totalidad

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

El pasado viernes Iñigo Urkullu anunció que pronto presentaría las bases para «un acuerdo sobre unos mínimos que permitan unos presupuestos adecuados a los condicionantes y las limitaciones» del momento. La frase, dejada caer al final de una respuesta a Antonio Basagoiti, no tuvo mayor concreción, hasta que en los días siguientes se anunció que el lehendakari tomaba las riendas de la negociación presupuestara para la búsqueda de un acuerdo. El lunes se entrevistó con Patxi López, el martes con el propio Basagoiti, y ayer lo hizo con Laura Mintegi, primero, y con Gorka Maneiro, después.

El documento de Urkullu busca un acuerdo entre partidos que garantice la aprobación de los presupuestos de 2013 en base a la promesa de posibles futuros acuerdos. Se prometen, por ejemplo, compromisos en torno a la reforma fiscal y la lucha contra el fraude, pero sin ninguna concreción ni la satisfacción de solicitudes de los partidos de la oposición, como la conexión de las tres haciendas forales para una política antifraude más eficaz. El Gobierno ofrece también a quienes firmen el «documento de bases» negociar con ellos la elaboración del «nuevo programa de actuación industrial» y del «plan de apoyo a la actividad emprendedora», y ser escuchados antes de la aprobación del «plan de redimensionamiento de la Administración Pública».

Venta de enmiendas

La propuesta del lehendakari contiene además dos ofrecimientos más ligados al propio presupuesto. La primera, ya avanzada la pasada semana por el Gobierno, es el «compromiso específico» del Ejecutivo de pactar con los grupos que firmen el documento la «asignación concreta» de los «recursos adicionales» que pudieran llegar, atendiendo siempre a que deberán dedicarse a la inversión.

Más llamativa es la segunda oferta, que consiste en proponer a los partidos de la oposición que puedan vender a su electorado la influencia que han tenido en el destino de determinadas partidas de gasto. Textualmente, el Gobierno de Urkullu manifiesta por escrito «la voluntad de negociar un número de enmiendas de los suscribientes», en el apartado de «incentivar la inversión pública», y que permitan que se «visualice la impronta de los suscribientes» en las cuentas.

La intervención del lehendakari en la negociación presupuestaria ha podido tener un efecto propagandístico, pero ninguno práctico. La mayoría de la Cámara que suman EH Bildu, PSE y UPyD sigue apostando por la devolución de los presupuestos y hasta el PP, el único animado a la negociación, podría presentar su enmienda a la totalidad si el PSE no se suma a un consenso a tres.

Rechazo de la oposición

Tras su encuentro con el lehendakari, EH Bildu explicó que pese al documento presentado, los principios que inspiran el presupuesto están tan alejados que no se pueden evitar las dos enmiendas a la totalidad que presentó ayer.

El PSE, queriendo ser tan gráfico como contundente, explicó que la respuesta al documento estaba en la enmienda a la totalidad con exigencia de devolución del presupuesto registrada ayer, y añadió que la propuesta «era tan de mínimos que se ha quedado en nada».

UPyD tampoco ha visto satisfechas ni sus demandas ni lo que considera las medidas necesarias para combatir la crisis.

Solo el PP ve posibilidades de acuerdo, pero tampoco parece dispuesto a ser el único sostén del PNV. Por ello, Antonio Basagoiti insiste en enviar a Patxi López mensajes para aumentar el consenso. La propuesta de ayer fue que PP y PSE acuerden entre ambos «la mejora» de los presupuestos.

Entre tanto, el PNV dice seguir confiando en acabar alcanzando un acuerdo. Su parlamentaria Josune Gorospe aseguró que «todas las puertas están abiertas» hasta el último momento.

En el mismo sentido se manifestó después el propio lehendakari. Iñigo Urkullu aseguró que las enmiendas a la totalidad presentadas ya por EH Bildu y el PSE no le «ciegan», porque antes de que se debatan continuará «trabajando para llegar a acuerdos».

Sostiene que el rechazo a las cuentas responde a «un juego de regate en corto» por parte de los grupos de la oposición y volvió a apelar a la responsabilidad del resto de partidos para aprobarlos. En su opinión, rechazar su presupuesto supone rechazar la realidad.

Crítica al alcalde de Gasteiz por suspender el pleno de abril

El grupo municipal de Bildu en el Ayuntamiento de Gasteiz criticó ayer que el alcalde de la localidad y parlamentario del PP, Javier Maroto, haya suspendido el pleno de abril, que debía celebrarse el viernes 26, porque ese día se reúne el Parlamento autonómico para debatir las enmiendas a la totalidad del presupuesto y la devolución de las cuentas al Gobierno de Urkullu. Dicho pleno ha sido retrasado al 3 de mayo, porque la alcaldía considera que los presupuesto de la CAV también son importantes para Gasteiz. El portavoz de Bildu, criticó la decisión porque demuestra que Javier Maroto antepone otros intereses a los de los gasteiztarras y demuestra que «mintió» cuando dijo que «iba a ser alcalde y solo alcalde, y que las nuevas responsabilidades no iban a suponer desatender sus obligaciones al frente de la alcaldía». GARA

EH Bildu basa su rechazo en cinco grandes razones

La portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, y la parlamentaria Leire Pinedo,formalizaron ayer la presentación de sus dos enmiendas a la totalidad, una a los ingresos y otra a los gastos, y las fundamentaron en cinco grandes razones.

La primera de ellas es que la coalición no comparte los criterios políticos con los que se han elaborado las cuentas. Cree que en la actual situación de emergencia económica el Gobierno tiene que buscar el consenso tanto con los partidos como, principalmente, con los agentes económicos y sociales.

EH Bildu tampoco está de acuerdo con los criterios económicos que traducen las cuentas. Los presupuestos del Gobierno de Urkullu dan continuidad a las prácticas que nos han traido a la actual situación de crisis. Además, debilitan el sector público.

Laura Mintegi y Leire Pinedo criticaron también que el proyecto se basa en unas cifras que vienen impuestas desde el exterior, sustancialmente desde el Gobierno español, aunque este a la vez se esté sintiendo presionado por las autoridades de la UE. EH Bildu insiste en el principio de que si el dinero se recauda en la CAV y se distribuye en la CAV, debe ser en la CAV donde se decidan las cifras.

Al hilo de este planteamiento, EH Bildu insiste en que es posible determinar otra cifra global de ingresos del presupuesto. Para ello, la enmienda de la coalición soberanista ofrece criterios sobre política fiscal, cupo y tope de déficit que permitirían obtener unos mayores ingresos.

En quinto y último lugar, EH Bildu tampoco está de acuerdo con el reparto que el proyecto de presupuestos hace del dinero que considera disponible. La enmienda a la totalidad sobre los gastos registrada ayer se extiende en doce folios para detallar estas discrepancias. Laura Mintegi y Leire Pinedo lamentaron que el Gobierno solo quiera entrar a debatir este punto que, como explicaron, no es casualidad que ocupe el quinto lugar de su razones para rechazar el presupuesto. I.I.

El PSE cifra en 890 millones el margen de incremento

El PSE presentó ayer una enmienda a la totalidad de los presupuestos del Gobierno del PNV centrada en la base de que existía un margen de incremento de los ingresos de 890 millones de euros. El PSE, además, ha decidido no presentar enmiendas parciales, puesto que estando en desacuerdo con la cifra global, entienden que no tiene sentido andar haciendo cambios para «repartir la miseria».

La enmienda del PSE explica que con las medidas adoptadas por el Gobierno español en julio de 2012 las tres haciendas forales vascas recaudarán 1.114 millones más, a los que hay que sumar otros 210 millones por la reforma del Impuesto de Patrimonio y de los decretos de actualización de balances. Esto supone 1.325 millones más, de los que cabría descontar los 425 millones que ya están incorporados en la previsión de ingresos para 2013. Quedarían, por tanto, 900 millones, de los que según el reparto determinado, el 70% es para el Gobierno de Lakua, es decir, 630 millones de euros.

La previsión de incremento del margen de déficit permite poder endeudarse en 65 millones de euros por cada décima adicional. El PSE no ha querido llegar al límite de 1,5 del año pasado, y se ha quedado en el 1,1. Esto supondría 260 millones, que, sumados a los 630 millones el ámbito fiscal, da un total de 890 millones más a poder presupuestar en las cuentas de 2013. Todo ello sin incluir las reformas fiscales que darían ingresos en futuros ejercicios.

A partir de estos datos, el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, fue muy duro con el proyecto presentado por el Gobierno. Habló de «presupuesto de rendición» y de «renuncia a gobernar» para ejercer de meros contables. Pastor afirmó que, siguiendo la petición del lehendakari, el «rigor y la responsabilidad» les llevan a rechazar los presupuestos. I.I.

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