La mayoría sindical denunció ayer los dos últimos accidentes laborales, el ocurrido en Martzilla, y el del arrantzale Fernando Garaia, de 53 años, que ocurrió en el buque atunero Txirriñe en aguas del Atlántico por un ataque al corazón.

El viernes a las 12:30 la mayoría sindical se concentrará en la rotonda Artza de Bermeo para mostrar la solidaridad con su familia y denunciar una nueva muerte por la actividad laboral.

ELA, por su parte, recordó no solo al arrantzale, sino al agricultor navarro que perdió la vida. Así, explicó que «en lo que vamos de año ya son 12 los trabajadores fallecidos a consecuencia de un accidente de trabajo».

A juicio de la central sindical, «la situación de la siniestralidad no mejora y las causas estructurales se acentúan aún más si cabe en determinados sectores, como es el sector primario. Con la actual crisis económica han aumentado los recortes también en el capítulo de la prevención, y ello conlleva tener que trabajar en peores condiciones y asumiendo más riesgos».

Incapacidad absoluta

Por otra parte, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) de Bizkaia ha reconocido una incapacidad permanente absoluta «para todo tipo de trabajo» a un operario de la construcción que sufrió un infarto en la obra, según informó CCOO de Euskadi.

Tras las gestiones sindicales, «se consiguió que el hecho fuese declarado accidente de trabajo y que se determinase la incapacidad permanente absoluta, con lo que el trabajador cobrará el 100% de su base reguladora». El empleado llevaba trabajando en el sector de la Construcción 22 años. Según el sindicato, la mutua Fremap había propuesto «que se le concediese una incapacidad permanente total solo para la Construcción, con lo que únicamente cobraría el 75%. Finalmente, ha sido el INSS quien ha optado por darle una incapacidad permanente absoluta».