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Errekalde reivindica el derribo del viaducto de la A-8 para su revitalización

Los vecinos de Errekalde nunca han perdido la esperanza de que el imponente viaducto de la A-8 dejase de seccionar su barrio. Ahora que están a punto de inaugurarse los nuevos acceso a Bilbo por San Mamés, en mayo, presentan un proyecto de regeneración sin autopista.

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Agustín GOIKOETXEA | BILBO

La vieja reivindicación de los vecinos del barrio bilbaino de Errekalde de que la Diputación cambie el trazado de la autopista A-8 está más vigente que nunca. La apertura de los nuevos accesos por San Mamés, con el consiguiente derribo del viaducto de Sabino Arana, les ha animado a dar un paso adelante en su petición a las instituciones municipal y foral.

«La autopista es un testigo de nuestra historia -reconocen desde la asociación vecinal-. Una historia de atropello a un barrio luchador. Una historia de abandono. Una historia en la que hemos sido tratados como ciudadanos y ciudadanas de segunda categoría».

De ahí que hayan elaborado un proyecto que, partiendo de la vieja reivindicación de la demolición del viaducto, avance en la regeneración urbana de Errekalde, con alternativas concretas, bajo la base de que estiman que la autopista sobre sus cabezas que les «legó el franquismo va a desaparecer a corto plazo», tal y como les prometió también a ellos, como a los vecinos de Basurto, el diputado general «hace varios años».

Quienes piden a las instituciones que cumplan con su palabra, rechazan la autopista «porque es peligrosa, porque genera molestias, porque da mala imagen de nuestro barrio, porque no nos permite avanzar. Porque -subrayan- nos deja en los errores del pasado».

A punto de que comience la cuenta atrás para la demolición del escalextric de Sabino Arana, tal y como avanzó hace algunas semanas la diputada vizcaina de Obras Públicas y Transportes, creen que es «urgente» retomar el debate sobre el futuro del trazado de la A-8 en Errekalde. «Por hacer justicia con la historia y para garantizar el futuro de nuestro barrio», señalan.

Errekaldeberriz Auzo Elkartea presentó ayer su proyecto, elaborado gracias a la colaboración desinteresada de más de medio millar de vecinos, que han participado en talleres, un concurso de ideas y a través de cuestionarios que han permitido efectuar un diagnóstico sobre la situación del barrio y sus soluciones.

«Este proyecto -remarcan sus promotores- demuestra que sin autopista Errekalde se transformaría de forma radical, para convertirse en un referente de calidad de vida». Defienden que el costo del derribo «está socialmente y medioambientalmente ampliamente justificado».

El objetivo más importante sería la ampliación de la plaza, en unos 7.800 metros cuadrados aproximadamente, hacia Elejabarri con un parking bajo tierra incluido y hacia Filomena recolocando el frontón en la zona del ascensor de la plaza y generando una nueva plaza cubierta. Otra propuesta es unir Filomena y Artazu a través de un nuevo estacionamiento que permitiera la peatonalización de esas calles.

A partir de que las instituciones se planteen «reparar el daño causado», proponen mejorar las conexiones en la zona de los pabellones de Moncada con los barrios vecinos de Ametzola e Irala, sin olvidar otro eje de comunicación que conecte la plaza -«espacio de relación de primer orden del barrio»- con Sabino Arana y Miribilla. Además, proponen reordenar el tráfico para liberar las calles de vehículos y construir algunos aparcamientos subterráneos para semipeatonalizar espacios.

Respecto a los actuales pabellones de Moncada, apuestan por su reconversión en espacios que puedan albergar actividades culturales, económicas de desarrollo cooperativo y para viviendas de alquiler destinadas a los jóvenes, al tiempo que insisten en que sería la conexión natural entre barrios.

Los nuevos accesos por San Mamés se abrirán en mayo

En mayo, en una fecha aún por comunicar, se abrirán los nuevos accesos por San Mamés. Ese mismo día, según fuentes forales, se cerrará al tráfico el que ha sido durante décadas una de las principales entradas y salidas de vehículos del Botxo, y comenzarán las tareas de demolición en Sabino Arana.

Para ello, según el proyecto presentado por la sociedad foral Interbiak, se retirarán primero de Sabino Arana las barreras y pantallas, para luego quitar los voladizos y, finalmente, se desmontarán los núcleos de los tableros. Este proyecto se ha presupuestado en 4 millones de euros y tendrá un plazo de ejecución de ocho meses. A.G.

factible

La nueva circulación de entrada a Bilbo, dicen, podría producirse recuperando la Supersur como variante, lo que haría que Juan de Garay-Miribilla y los accesos de San Mamés fueran las dos principales vías.

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