Hace hoy 50 años Nicanor Sagarduy vistió la camiseta rojiblanca por última vez
El partido 435 de Canito
El séptimo león que más veces ha defendido el escudo del Athletic jugó durante quince temporadas y levantó cinco títulos.
DEPORTIVO-ATHLETIC
Joseba VIVANCO
El 21 de abril de 1963 el Athletic caía en San Mamés ante el Madrid por un solitario gol. Aquel clásico sería la última vez que se enfundaría la camisola rojiblanca un león con 15 temporadas en el club, 435 partidos en sus piernas y cinco títulos en su curriculum. El séptimo jugador que más veces ha defendido el escudo del Athletic en su historia. Hablamos de uno de esos mitos que han forjado la centenaria historia de la entidad bilbaina. Hablamos de Nicanor Sagarduy -su primer apellido era Trapero, pero se lo cambió-, más conocido como Canito, que dijo adiós al Athletic hace hoy 50 años.
Nacido el 18 de marzo de 1931 y cómo no, otro jugador más salido de esa prolífica cuna de futbolistas que ha sido Barakaldo, recaló desde el club fabril en el Athletic en la campaña 1948-49, donde durante 15 años llegó a alternar hasta seis posiciones diferentes, antes de afianzarse en el lateral izquierdo de la mano de Fernando Daucik. Su potencia y velocidad le convirtieron en auténtico baluarte de una de las mejores plantillas de la historia del club. Él mismo contaba que llegó a firmar un pacto de caballeros con Estanislao Basora, el mítico extremo del Barcelona; según cuenta, el azulgrana no le seguía cuando subía por la banda y Canito, a cambio, no le `pegaba' cuando le rebasaba.
El 22 de agosto de 1963 un partido homenaje en el marco del triangular de conmemoración del cincuentenario de San Mamés y ganado 6-4 al Sporting de Portugal, sirvió de homenaje a su despedida. Jugó como capitán veinte minutos y se despidió para siempre. Carmelo; Orue, Etura, Canito; Aguirre, Iturriaga; Sáez, Argoitia, Arieta, Uriarte y Plácido fue aquella alineación inicial. Canito terminó su carrera ahí, aunque llegara a fichar por el Alavés con 32 años, donde solo disputó un partido.
Retirado, montó un negocio de automóviles en la calle José María Escuza de la capital bilbaina. «Querido por la afición, tenaz y entusiasta en su trabajo, fiel hasta lo inevitable a unos colores, Canito es un capítulo imprescindible en la historia del Athletic Club», escribía sobre él Alberto Bacigalupe en el periódico ``Bilbao''. Un jugador de equipo en medio de la delantera mítica encabezada por Zarra o de un once compacto como pocos junto a los Garay, Orue, Artetxe o Arieta. Nicanor Sagarduy falleció el 24 de junio de 1998, a los 67 años.
Ander Iturraspe se está destapando como una de las voces que más claro habla cuando sale a la palestra. Días atrás, en una entrevista, defendía que «el año pasado jugué todo todo todo y mantener ese nivel en la elite es imposible salvo para los grandes grandes grandes», y a nivel particular reconocía una evidencia sobre la que algún otro jugador debería haber reflexionado: «He demostrado un año y la carrera de un futbolista son muchos años». Ayer, el de Abadiño, en sala de prensa, dejó otra frase para el análisis: «Cuando estás exigido al máximo te exprimes al máximo y el equipo tiene que intentar hacer esto siempre», en referencia al crucial partido en Riazor, pero que vale y mucho para lo que fue la temporada pasada y lo que ha sido la actual. Baste recordar cómo el Athletic llegó a la final de Copa, eliminando a rivales menores pero jugando como si enfrente estuviera el Manchester United. Iturraspe será de la partida hoy, un choque para el que dice va «con mucha ilusión por la presión que hay. Ganar sería un paso prácticamente definitivo hacia nuestro objetivo». Junto al mediocampista, el once ya previsto incluido Aurtenetxe en el lateral izquierdo, ante las dudas que arrastra Laporte, que sí que viajará.
J.V.