Un fuerte terremoto deja más de 150 muertos y miles de heridos en Sichuan
Un terremoto de 7 grados de intensidad causó ayer al menos 152 muertos y más de 5.500 heridos en la provincia china de Sichuan, donde los equipos de emergencia con apoyo militar se esforzaban por socorrer a las víctimas.GARA | YA'AN
Cinco años después del terremoto del condado de Wenchuan, que causó la muerte de 90.000 personas, la falla de las montañas Longmen, a los pies del límite oriental de la meseta tibetana en la provincia de Sichuan, en la misma zona de fricción geológica, registró ayer un seísmo de 7 grados en la escala de Richter que dejó al menos 152 fallecidos y 5.500 heridos, 200 de ellos de gravedad.
El movimiento telúrico, cuyo epicentro se registró a doce kilómetros de profundidad cerca de la ciudad de Ya'an, en la comarca de Lushan, duró unos treinta segundos. Sorprendió a la población a las 08.02 (00:00 GMT), por lo que mucha gente salió en pijama a las calles obstruidas por los escombros. Doce horas después del terremoto, el balance oficial era de 152 muertos.
Medios locales informaron de más 260 réplicas.
Las más afectadas fueron las ciudades de Longmen y Qingren, con miles de vecinos, en las que la parte antigua de sus centros urbanos quedó prácticamente destruida, mientras que el pueblo de Gucheng, de 3.000 habitantes, sufrió el colapso del 95% de sus edificios.
Las primeras imágenes de la catástrofe mostraban edificios de baja altura derrumbados y a ciudadanos trabajando en el rescate de las personas atrapadas bajo los escombros. Algunas fotos aéreas mostraban viviendas de zonas rurales que parecían haber quedado arrasadas. Según el Gobierno de Sichuan, una de las provincias chinas más pobladas, al menos 10.000 casas quedaron destruidas.
Los 140 kilómetros de carretera entre la capital, Chengdu, de Ya'an, la ciudad más cercana al epicentro, fueron cerrados al tráfico, excepto para los vehículos de emergencia y militares.
El Ejército chino utilizó por primera vez en un seísmo aviones no tripulados para examinar las más remotas zonas afectadas, ya que aún hay al menos cuatro localidades próximas al epicentro con las que no se pudo contactar aún.
El primer ministro, Li Keqiang, que visitó la zona afectada, señaló que «las primeras 24 horas son cruciales para salvar vidas».
Los terremotos son habituales en China aunque su población está menos concienciada que en Japón. En 1976, en la zona de Tangshan se registró uno de los seísmos más mortíferos de la historia, con 242.000 muertos, según el balance oficial, y hasta 700.000, según otras fuentes.