bobadas alpinas
Asociaciones
Kike DE PABLO Alpinista
Fundado en 1863, este año se cumple el 150 aniversario del Club Alpino Suizo. Un club con unos 140.000 socios distribuidos en 111 secciones y propietario de más de 150 refugios distribuidos por los Alpes, los cuales acogen anualmente a unos 350.000 excursionistas.
Suiza es un país con un fuerte instinto conservador y un gran componente asociativo, como prueba la existencia de más de 20.000 clubes deportivos, con una estimación de unos 1,6 millones de personas ejerciendo una actividad física en su seno. Es decir un cuarto de la población. Su origen, como no podía ser de otra manera, es burgués, y los impulsores del futuro club habían conseguido que se le diera el nombre de Pointe Dofour (4.634 m) a la más alta montaña del país, en honor del general del ejército suizo en la guerra de Sonderbund.
Ya en 1907, el club excluyó expresamente a las mujeres, las cuales fundaron a su vez el Club Suizo de Mujeres Alpinistas, que se mantuvo en activo hasta ¡1980! cuando se fusionaron ambos (no en sentido bíblico, presumo).
El cariz del club queda evidenciado por sus malas relaciones –por decir lo menos– con el movimiento obrero. En efecto, fueron un importante sostén de las Guardias Cívicas promovidas por las autoridades ante la creciente conflictividad social que desembocó en la huelga general de 1918.
Estas Guardias, que actuaron en paramilitar, se constituían «para representar a la población sin distinción de clases, contra los extremistas bolcheviques y para la defensa de la patria». Nada nuevo bajo el sol.