Tangos de Piazzolla por una orquesta polaca y un acordeonista vasco
Desde Elblag, una ciudad de 130.000 habitantes del norte de Polonia, lindante con el Mar Báltico, llegará mañana hasta el escenario del Victoria Eugenia la joven Orquesta de Cámara de Elblag, que junto al acordeonista vasco Iñaki Alberdi interpretará uno de los grandes ciclos del compositor argentino Astor Piazzolla, las «Cuatro estaciones porteñas». Tras su paso por Donostia actuarán en Hondarribia, el viernes, y en Azkoitia el sábado.Mikel CHAMIZO | DONOSTIA
¿Qué caminos llevan a que una orquesta polaca y un acordeonista vasco se reúnan para tocar música argentina? El mediador de este encuentro fue un ciudadano polaco asentado en Euskal Herria, Alek Mikolajczik, contrabajista de la Orquesta de Euskadi, que el pasado mes de octubre escuchó a Iñaki Alberdi en un recital en San Telmo y, entusiasmado, le comentó que conocía a una joven orquesta polaca, de gran calidad, que seguro estaría interesada en trabajar con él. «La opinión de Mikolajczik es muy respetada en los círculos musicales -explica Alberdi-, así que me puse en contacto con la orquesta y enseguida me invitaron a tocar en Polonia». Una vez decidida la colaboración, la elección del repertorio, Piazzolla y su gran ciclo tanguero «Las cuatro estaciones porteñas», vino de forma natural. «Piazzolla es muy popular en Polonia, yo mismo he colaborado en un par de discos dedicados a su música -explica Marek Mos, director de la Orquesta de Elblag-. Las orquestas tocan a menudo a Piazzolla, existen varios grupos especializados en tangos y, por supuesto, aquí hay acordeonistas muy buenos que llevan su música en repertorio».
Iñaki Alberdi era consciente de este gran nivel de los acordeonistas polacos cuando llegó a Elblag a principios de abril. «Es un instrumento con mucha tradición en Polonia. Como fue un país perteneciente a la URSS estuvo muy influenciado por Rusia, por eso el bayán y el acordeón de teclas fueron instrumentos oficiales en los principales conservatorios del país, como el de Varsovia o Ganz». Pero Alberdi es un acordeonista bien conocido en Europa y su actuación, el 11 de abril, se saldó con un importante éxito. «El público reaccionó de forma emocionante y espontánea -recuerda Mos-. Esperemos que en el País Vasco consigamos levantar la misma pasión».
Temperamental
«Pasión» es la palabra clave en este acercamiento común a la música de Piazzolla. «El carácter vasco y el polaco no tienen nada que ver -cree Alberdi-. Aquí somos diferentes, más temperamentales. Y la música de Piazzolla está muy arraigada en el temperamento, por eso en los ensayos con la orquesta les transmití que debían dejarse la piel desde que empieza la obra hasta que termina. La música de Piazzolla exige que la estés impulsando todo el rato, no da pie a momentos de relajación. El fraseo, el ritmo, las dinámicas tienen que tender siempre hacia delante».
Las «Cuatro Estaciones Porteñas», inspiradas por la obra homónima de Vivaldi, son un conjunto de composiciones que Astor Piazzolla escribió entre 1965 y 1970 y que, aunque fueron concebidas como piezas separadas, el compositor y bandoneonista interpretó en varias ocasiones como un ciclo. Las creó para tocarlas él mismo con su Quinteto Nuevo Tango y así lo hizo en algunos de sus recitales más recordados, como los de Lisboa o Viena. Pero el arreglo que interpretará el tándem vasco-polaco aporta diferencias importantes de carácter. «La obra se transforma bastante -opina Alberdi-, gana en expresividad y en calidez, porque las melodías del solista están más arropadas por la orquesta. No tiene ese punto tan agresivo de Piazzolla con el quinteto, que era como una explosión, pero la versión orquestal aporta otro tipo de fuerza, digamos interior, a las composiciones».
Además de Piazzolla, la visita de la Orquesta de Elblag permitirá descubrir la música de una compositora polaca del Siglo XX, Grazyna Bacewicz. «En la orquesta estamos muy interesados en el trabajo de las mujeres compositoras -explica Mos-. Bacewicz, además de compositora, fue una magnífica violinista con una carrera importante. Tiene mucha música para instrumentos de cuerda y hemos escogido su `Concierto para orquesta de cuerdas', de carácter neoclásico pero lleno de emoción. En mi opinión es de las mejores piezas jamás escritas para esta formación». Mos, muy comprometido con la música contemporánea, defiende que en Polonia hay un gran movimiento creativo: «Los nombres más conocidos de la música polaca actual son Penderecki, Górecki o Woyzeck Kilar, pero hay muchos compositores jóvenes interesantes escribiendo músicas muy diferentes. La música en Polonia está buscando nuevos caminos: hay piezas escritas en el estilo de Penderecki, pero también neoclásicas, neorrománticas y gente joven que mezcla la clásica con la música alternativa, el jazz o el rock».
«La interpretación de la música es cuestión de carácter y emocionalidad, no de nacionalidad. Hay músicos europeos que pueden tocar igual de bien la música argentina y brasileña que los músicos de allí, y viceversa».