Iñaki LEKUONA Periodista
Quinientos a uno
El 20 de octubre de hace dos años, en una declaración histórica, ETA anunciaba el cese definitivo de su actividad armada, la apuesta más fuerte que esta organización haya realizado nunca en un proceso de resolución. Era uno de los pasos reclamados en la Conferencia internacional de Aiete y el paso, reclamado por Madrid y París, para que se desencadenasen otros, especialmente en materia penitenciaria. Terminaba 2011 con un ánimo distinto al de otros años, con la sensación de que todo el mundo podía ganar en un escenario nuevo.
A este lado del Bidasoa, aquel envite resituó sobre el tapete a todas las fuerzas políticas alrededor de dos cuestiones primordiales: la pacificación y la reivindicación territorial. Por primera vez, existía unanimidad sobre ambos temas. Por primera vez, se asumía una estrategia común. Y aunque la contribución en la primera materia de los responsables políticos de Ipar Euskal Herria es, por su escaso peso, discreta, el órdago en materia institucional es reseñable.
Han transcurrido algo más de quinientos días desde que se sirviera sobre la mesa una baraja nueva, pero en todo este tiempo París y Madrid han proseguido su propia partida con cartas marcadas y sin atender a guiños, ni en cuestión de paz y normalización, ni en materia institucional.
Y ante esta actitud irresponsable, este fin de semana, en Baiona, se ha elevado la apuesta: quinientos a uno a favor de una institución vasca, o lo que es lo mismo, a favor del futuro. Haría falta que al otro lado del Bidasoa se diera un envite similar, con tan amplia representación política y social, para lograr que lo que nació en el palacio de Aiete no muera en el casino de la Moncloa.