Málaga y Valencia, a seis puntos reales
Anoeta vive una noche inolvidable que acerca la Champions
Los goles de Iñigo Martínez, Chory Castro y los dos de un extraordinario Imanol Agirretxe permitieron remontar el de Soldado. El partido resultó precioso por los goles y por el alto ritmo al que se disputó.
REAL SOCIEDAD 4
VALENCIA CLUB FÚTBOL 2
Joseba ITURRIA
La Real tiene pie y medio en la Liga de Campeones tras superar con claridad y brillantez a su más directo rival. El Valencia queda, como el Málaga, a cinco puntos y el average tras dos partidos en los que se registró el mismo resultado y la misma sensación de que nada puede parar a este equipo decidido a cumplir un sueño.
Más que por la diferencia de puntos, la Champions parece más cerca por la diferencia entre la Real actual y sus más directos rivales, a pesar de que el Valencia demostró su calidad y su buen momento. Había dudas sobre la respuesta del equipo ante una auténtica final y los de Montanier respondieron como lo han hecho en los partidos jugados ante los mejores rivales.
El resultado fue engañoso porque el Valencia estuvo a la altura para permitir a Anoeta vivir una noche inolvidable por el resultado y por el juego. La diferencia la marcó además Imanol Agirretxe, que estuvo sencillamente impresionante.
Empezó el partido con un pase de 50 metros espectacular a Vela, se impuso en el juego aéreo a los centrales valencianistas, marcó dos goles, dio otro a Chory Castro, tuvo un remate que obligó a Diego Alves a realizar un paradón y dio siempre oxígeno a su equipo.
El usurbildarra refleja lo que es esta Real que crece con la confianza que dan los resultados, pero que tiene su origen en el talento natural de sus jugadores. En el minuto 94 pocos tienen la frescura de culminar su partidazo con una vaselina, pero además se necesita la calidad para realizar un golpeo perfecto. Y lo mismo se puede decir de otros jugadores discutidos en su día como Markel y De la Bella, que van a más y que han contribuido a que la Real sea ahora el equipo más en forma de la Liga. Y el que mejor juega.
Capacidad de reacción
El mérito del triunfo de ayer fue mucho mayor que el del conseguido contra el Málaga porque el Valencia no se jugaba en Alemania la Champions, se la jugaba en Anoeta con su mejor equipo. Y el partido no se puso de cara. Soldado golpeó primero, pero la Real demostró una vez más su capacidad de reacción después de encajar el gol marcado por un delantero que confirmó su gran calidad y su estado de forma en todo lo que hizo en el primer tiempo. En el 0-1 se adelantó a Iñigo Martínez en una jugada en la que Xabi Prieto se dio la vuelta en lugar de cerrar el gran centro de Cissokho.
El delantero valencianista antes había provocado una tarjeta amarilla de Iñigo Martínez y tres minutos después del gol provocó también la expulsión de Claudio Bravo, que tocó el balón fuera del área para evitar que su vaselina entrara en su portería. Fernández Borbalán y su asistente no sancionaron mano y eso dio vida a la Real en sus peores minutos del primer tiempo. Curiosamente el gol de Soldado llego cuando mejor jugaba la Real y cuando peor estaba empató Iñigo Martínez en un remate muy complejo por la trayectoria que llevaba el balón centrado por Chory Castro.
El gol hizo justicia. La Real no creó muchas ocasiones en el primer tiempo. Solo destacó una de Carlos Vela tras gran servicio de un crecido Imanol Agirretxe porque Chory Castro estuvo lento en sus dos primeras opciones. Pero la Real jugaba bien. También el Valencia demostró que está en clara línea ascendente, aunque sus ocasiones se limitaron a las dos claves de Soldado y a dos faltas bien lanzadas por Mathieu y Parejo.
Banega causó muchos problemas con su movilidad en un centro del campo valencianista en el que Albelda se encargaba del trabajo sucio y Ever se emparejaba con Markel para no tener que trabajar en defensa y para conectar con Cissokho escorado a la izquierda. Xabi Prieto quedaba con Albelda y en el duelo entre Illarra y Parejo, el realista fue de menos a más.
A la contra
El partido estaba equilibrado en el centro del campo y lo estuvo en el marcador hasta que la Real mató al Valencia a la contra cuando más controlado tenían el juego los de Valverde, con posesión de balón y varios lanzamientos de esquina, aunque sin disfrutar de ocasiones porque Montanier no solo ha hecho mejorar a su equipo en ataque, también en defensa.
Pero lo más importante en el fútbol muchas veces es la transición entre la defensa y el ataque y fue ahí donde ganó la Real, que con muy pocos toques es capaz de fabricar en una falta del Valencia que despeja Prieto la contra del gol entre Castro y Agirretxe. La misma claridad y verticalidad que mostraron Carlos Vela, Xabi Prieto en la jugada del 3-1 poco después de que Diego Alves se luciera ante un remate del usurbildarra.
Parecía que la victoria estaba asegurada, pero faltaba la guinda que puso el delantero realista en otra contra nacida en otro despeje en su área de Ansotegi. Esta vez Agirretxe no necesitó el apoyo de otro compañero. Se bastó para pelear el balón, llevárselo y definir con un golazo que situó a Anoeta en el éxtasis más absoluto. La Champions ya ha dejado de ser un sueño. Es lo que merece este equipo.
Philippe Montanier destacó tras la victoria que «ha sido un partido de alto nivel contra un rival grande. Estamos satisfechos, es un buen resultado. Seguimos con nuestra dinámica, con el apoyo de la afición». Se le preguntó si estos tres puntos certificaban la presencia en la previa de la Champions. «Es el sprint final y tenemos una buena ventaja, pero no definitiva. Trataremos de no caer, de mantener la misma actitud, la misma concentración, el mismo trabajo». El otro gran tema en sala de prensa fue la mano del meta realista que el árbitro no pitó y que habría cambiado el devenir del encuentro. «No he visto bien la de Bravo», comentó el técnico, antes de añadir que en la segunda parte hubo un penalti de Cissokho que hubiera supuesto la segunda amarilla del defensor valencianista.
Su colega Ernesto Valverde también fue preguntado por la Champions. «Las veces que hemos tenido la opción de meternos cuartos no ha podido ser. La Real nos saca cinco puntos y son los máximos favoritos, pero quedan cinco partidos y tenemos que seguir peleando hasta el final». Cuestionado por la no expulsión de Bravo, dijo que en directo no vio la jugada, pero que de haberse pitado «podía haber sido determinante, se quedaban con diez. Ya no podemos hacer nada, a veces te dan y otras te quitan. Hace poco nos querían hacer repetir 53 segundos», en referencia a una jugada con la que el Valencia ganó hace poco al Valladolid. Imanol INTZIARTE
Más de 28.000 personas se acercaron al estadio de Anoeta a ver el encuentro más importante de la temporada a pesar de jugarse a las nueve de la noche. 798 lo hicieron al adquirir el bono para los últimos tres encuentros del estadio. También acudieron unos pocos ultras del Valencia que fueron recibidos con una pitada y a los que solo se les escuchó antes del partido cuando cantaron el «Que viva España». Luego solo se notó a la afición realista.
La última de las cuatro jornadas de la Real para que todos los alevines del 2002 de Gipuzkoa jugaran dos días en Zubieta y el derbi femenino entre Real y Athletic llenó de gente las instalaciones blanquiazules y, a pesar de las medidas especiales y de la gran organización del club, aparcar el coche cerca resultó un ejercicio complicado.