Poco después de que se conociese la denuncia interpuesta por el expolicía José Amedo en los juzgados de Bilbo, basada en unas supuestas conversaciones con Luis Morcillo en las que este se confesaba como autor material de la muerte de Santi Brouard, ya se apuntó la debilidad de ese testimonio para acabar por esclarecer ese crimen cometido por mercenarios a sueldo de los fondos reservados del Estado. Ayer, con la toma de declaración a Rafael Masa, se confirmó esa impresión, extendida entre la familia del dirigente independentista y en círculos periodísticos y judiciales.

A través de videoconferencia desde un juzgado de Cádiz, el ex teniente coronel de la Guardia Civil negó «absolutamente» ante la titular del Juzgado de Intrucción nº 1 de Bilbo, Ana Isabel Gasca, que él o el exdirector de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, ordenase a Morcillo cometer la acción contra Brouard. Masa contradijo así el testimonio algo confuso del empresario, que confesó el 16 de abril a la juez haber disparado al pediatra en su consulta por orden de Masa, aventurando que por encima estaba Sancristóbal.

«Hay una declaración de Morcillo contundente y hay otra de Masa en sentido contrario. Si se deja a la juez instructora llevarse por sus declaraciones, no puede avanzar mucho más. Si la jueza se decide a practicar determinadas diligencias probatorias quizás avancemos algo más», explicó el abogado de la acusación particular, Txema Montero.

La primera impresión del letrado es que la causa tiene muchos visos de ser finalmente archivada, en la tercera apertura de la investigación judicial por uno de los crímenes del GAL con mayor repercusión. «El caso en este momento está en un callejón sin salida», comentó.

A la salida de la toma de declaración, Montero afirmó que la juez Gasca le denegó varias pruebas que había solicitado, entre las que se encontraban testigos de referencia o algún otro directo que ya fue procesado en la causa.

«Estos testigos podrían acreditar algunos aspectos, no directos pero sí indirectos, sobre cómo se urdió el asesinato de Brouard y sobre cómo se confabularon los diversos intervinientes para tratar de obstruir la acción de la Justicia durante la anterior instrucción y cambiar la declaración de testigos que ya habían declarado de determinada manera», aclaró.

El abogado de la familia Brouard viene manifestando públicamente su escepticismo ante los resultados prácticos que se pueden cosechar en esta reapertura urdida, al parecer, por José Amedo y Luis Morcillo.