Tras 20 años de protagonismo en la transformación urbanística de Bilbo y Barakaldo, Bilbao Ría 2000 se disolverá «ordenadamente», entre otras causas debido a dificultades de financiación, que principalmente se ha basado en las plusvalías que obtenía por la venta de las parcelas cedidas por las instituciones accionistas de esa sociedad. Un 15% de la deuda por esa liquidación corre a cargo del Ayuntamiento. Sin embargo, a esa deuda ha de sumársele otra de 20 millones, desconocida hasta que informaciones periodísticas y una investigación de Bildu la han dejado al descubierto. Esa cantidad corresponde a lo que Iberdrola pagó de menos a Bilbao Ría 2000 para adquirir la parcela donde construyó su emblemática torre, en virtud de un convenio por el que Consistorio bilbaino, gobernado por el PNV, asumió como deuda esos 20 millones.

No es el primer caso de claro trato de favor a Iberdrola; en ese sentido, cabe recordar que en 2009 y 2010 esa multinacional, a pesar de haber obtenido beneficios, no pagó el Impuesto de Sociedades en Bizkaia, cuya Diputación también está regida por el partido jeltzale. No es sorprendente, por tanto, pero sí inadmisible, y esa actuación exige la asunción de responsabilidades ante los ciudadanos y ciudadanas, a quienes además se les ha intentado hacer creer que la gestión del equipo de Azkuna ha sido ejemplar.