Aritz Aduriz volvió a su casa hace casi un año para sumarse a la ilusión que la campaña de los leones había despertado no solo en el entorno rojiblanco más inmediato sino más allá. Sumarse a un proyecto en el que entonces parecía que lo mejor estaba por llegar. Meses después, el donostiarra no esconde el batacazo de sus expectativas personales, peleando por evitar el descenso a falta de seis jornadas, tras una errática campaña que no ha colmado las esperanzas de nadie, ni de él ni de sus propios compañeros y menos todavía de la afición. Sin embargo, `Adu', curtido en mil batallas, perro viejo, quiso ayer, desde el liderazgo que le otorga esa veterenía, dar un voto de confianza a esta joven plantilla. «No ha sido un año nada bueno, pero el equipo va a madurar en ese aspecto y a la larga estoy convendio de que esto va a servir para el futuro», reflexionó.

La singladura futbolística del ariete guipuzcoano por Athletic, Mallorca y Valencia hace inevitable que ciertos partidos le provoquen una especie de deja vú. El Athletic vuelve al estadio de Balaídos seis años después, cuando en la temporada 2006-07, un gol precisamente de Aduriz daba el empate a los bilbainos y la permanencia. Quién sabe si esta vez una diana suya traiga esos tres puntos que alejen casi de manera definitiva los fantasmas del descenso.

Será el primero de esos «dos o tres partidos», según el delantero, «en los que se va a definir todo, y esperemos que para bien del Athletic». Y es que, asume, «no hemos hecho nada para relajarnos y sabemos que si no ganamos en Vigo la situación se apretaría más. Allí tenemos la oportunidad para quitar tensión a los últimos partidos».

Lleva cinco asistencias de gol

De los doce últimos puntos es verdad que solo se han sacado dos, pero la inercia positiva en el juego de las últimas semanas, la forma en que se obtuvo el punto in extremis ante el Barcelona, hace concebir esperanzas. «Moralmente fue muy importante, el equipo necesitaba terminar con una inercia positiva algún partido. Ahora el equipo juega a nivel bueno, no se sacan los partidos, es verdad, pero ese es el camino», sostiene. Quizá por eso el partido contra el Deportivo, sea una buena referencia para ver cómo afrontar el duelo ante el Celta, pero, aclaró, «mejorando el resultado».

La única baja segura de Marcelo Bielsa para viajar a Galicia es la del sancionado Herrera y nadie duda de que en punta de lanza Aduriz volverá a repetir en el once. No lo hizo, en cambio, ante el Depor, optando el argentino por Llorente, si bien no veía, dijo, a ninguno de los dos para noventa minutos. Ayer, el ariete se refirió a ello para zanjar cualquier debate. «Hay que respetar la opinión del mister, todos tenemos semanas mejores y peores, intentamos entrenar al máximo y el mister es el que decide. Si creía que esa semana no estaba bien, hay que valorar su opinión, porque él es quien distingue esas cosas», se explayó, aprovechando para olvidar el comentado cambio en Riazor al poco de que él saltara al césped y que seguro no le hizo ninguna gracia. «Está muy claro qué pasó y aquí se mira por el bien del equipo; no hay más vuelta de hoja», despachó.

No ha sido una buena temporada para el equipo, como no podía sino asumir Aduriz, pero no tan mala en lo individual. No solo ha aportado su incuestionable trabajo y compromiso sobre el terreno de juego, sino que el `20' rojiblanco ha aportado goles, 13 -su mejor registro-, y también asistencias como la que dio el domingo a Markel Susaeta. Suma ya cinco esta campaña, su mejor registro desde las siete que contabilizó en su primer año en Mallorca.

No ha marcado en las últimas tres jornadas, solo un gol desde el pasado 27 de enero -seguro que aun sueña con ese cabezazo por encima de larguero de Valdés-, así que no es de extrañar que se muestre satisfecho de que otros jugadores se sumen a la tabla goleadora, como hizo Herrera el otro día o Gurpegi anteriormente. «Ojalá todo el mundo siga participando con acierto en los goles. A ver si se suman más o repiten los que puedan», manifestó. El Athletic no marcaba dos goles desde primeros de febrero en el Nuevo Zorrilla, justo el siguiente partido a hacerle tres al Atlético.