Partidos y expertos respaldan la participación de las FARC en política
Una veintena de partidos políticos y movimientos sociales colombianos respaldaron la participación de FARC-EP en la vida política del país en el foro sobre participación política que hoy finaliza en Bogotá y en el que también han participado expertos internacionales en la resolución de conflictos como el sudafricano Brian Currin, que consideró «necesario sanar la división del pasado y establecer una sociedad basada en valores democráticos y justicia para todos».
GARA | BOGOTÁ
Los participantes en el foro sobre participación política que comenzó el domingo en Bogotá y que finaliza hoy mostraron su apoyo a la incorporación de las FARC-EP a la vida política y pidieron garantías para ello.
En el evento, organizado por la Universidad Nacional y la ONU a instancias de la mesa de conversaciones de La Habana, participaron expertos internacionales como Brian Currin, uno de los impulsores de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en Sudáfrica y también facilitador para la resolución del conflicto en Euskal Herria.
En una entrevista con el periódico colombiano «El Tiempo», consideró que «lo más importante es la confianza. Debe haber confianza entre las partes y estas deben encontrar la forma de mantener ese estado. Con eso también llega el liderazgo, y un liderazgo importante es esencial en un proceso de paz difícil». También incidió en la importancia de tener «paciencia y valor» para hacer frente a la oposición que suscitan este tipo de procesos de resolución.
Para Ernesto Agazzi, senador uruguayo y exmiembro del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, «el secreto es poder dejar lo mío en un segundo lugar y construir lo nuestro entre todos. Y hoy pensamos en que todos puedan participar en política y que no hay ningún tipo de restricciones».
Kristian Herzbolheimer, observador de las negociaciones entre el Gobierno de Filipinas y el Frente de Liberación Islámica, destacó al citado rotativo que «la paz es un proceso largo que necesita de perseverancia, tenacidad y, sobre todo, de creatividad y de participación amplia de la ciudadanía».
Desde La Habana, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, aseguró que «sin armas, el Estado ofrece las garantías necesarias» para que, en este caso, las FARC «se incorporen a la democracia». No obstante, en una declaración leída antes de incorporarse a la mesa de diálogo reconoció que el Estado debe ampliar el marco actual de participación y «consolidar un estatuto que garantice los derechos de la oposición».
Precisamente, la necesidad de crear «un estatuto de la oposición» fue una de las propuestas planteadas entre el domingo y ayer en el foro de Bogotá.
Piedad Córdoba, exsenadora y portavoz de Marcha Patriótica, defendió esta iniciativa y pidió que se declare delito la estigmatización política «porque de lo contrario, solo pueden hacer política quienes están en la cúpula de los partidos, los de siempre».
Omer Calderón, que ejerció de portavoz de la Unión Patriótica (UP), recordó la persecución que sufrió este partido político, que perdió a cerca de 5.000 militantes, entre ellos varios candidatos, en acciones violentas.
El congresista Iván Márquez, hijo del reconocido dirigente de la UP Manuel Cepeda, muerto en un atentado en 1994, reclamó «garantías para que nunca más se repita un exterminio similar» y «la necesaria democratización del acceso a los medios de comunicación en Colombia».
Por cuarto año consecutivo, Colombia es el país con más desplazados internos en el mundo, según informe del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) publicado ayer.
La cifra global recogida por el Consejo -28,8 millones- representa un nuevo máximo dentro de los análisis realizados por esta organización y supone un incremento de 2,4 millones respecto a los datos de 2011.
En 2012, unos 6,5 millones de personas se vieron obligados a moverse a otra zona de su país para huir del hambre o la violencia. La directora del NRC, Kate Halff, achacó «gran parte» del incremento a la actual situación en Siria, donde el nivel de desplazados y los constantes enfrentamientos entre las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad y los grupos armados se retroalimentan.
Pero pese a que en Siria el número de desplazados internos se ha quintuplicado y ronda ya los tres millones, Colombia sigue ocupando el primer puesto con entre 4,9 y 5,5 millones. A ambos les siguen República Democrática del Congo (2,7 millones), Sudán (2,2 millones), Irak (2,1 millones) y Somalia (entre 1,1 y 1,36 millones).
«El 90% de los países evaluados posee desplazados que viven en una situación de desplazamiento prolongado, a veces durante décadas, en la que nacen una segunda y tercera generación», explicó. Subrayó que la solución solo se alcanzará «cuando la comunidad internacional y los gobiernos reconozcan que las personas forzadas a dejar sus hogares no solo merecen una respuesta humanitaria, sino también una solución duradera» a las crisis que enfrentan. GARA