La asamblea del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) dio ayer luz verde al procedimiento para «la anulación de los contratos que tenía con las ingenierías IBH y Resa», que fueron «contratadas en la anterior legislatura para que trabajasen en el proyecto de incineradora de Zubieta». El montante de ambos contratos asciende a 8,3 millones de euros.

Según trasladó GHK mediante una nota, en la reunión se analizó un informe redactado por el servicio jurídico -del que GARA ya informó el pasado 13 de abril- en el que se concluye que «hubo infinidad de irregularidades a la hora de sacar a concurso público estos dos contratos».

Respecto a Resa, GHK considera que ejerció como juez y parte, ya que se le adjudicó una tarea en la que «participó desde el comienzo en la redacción de los pliegos donde se detallaba qué trabajos habría que realizar, cómo hacerlos, con qué costo, y cómo valorar la empresa más adecuada». Este contrato tenía un valor de 6,8 millones de euros.

En cuanto a IBH, el informe indica que «comenzó a cobrar facturas de GHK antes de ser contratada, y una vez firmado un contrato directo de 100.000 euros, tuvo información privilegiada para lograr un segundo contrato que daba continuidad al primero por un valor de 1,4 millones de euros».

El PNV replicó con presteza que «todos los contratos adjudicados, y por tanto en vigor, fueron formalizados correctamente. Primero fueron las amenazas de judicialización dirigidas a la entidades financiadoras de las infraestructuras. Después les ha tocado a las ingenierías y la próxima será denunciar a la UTE adjudicataria».

Puerta a puerta en Ordizia

El Ayuntamiento de Ordizia iniciará la próxima semana el proceso participativo para debatir cómo poner en marcha el sistema puerta a puerta. Las dos primeras citas serán el lunes 6 (euskara) y el martes 7 (castellano) a las 18.30 en Herri Antzokia. El calendario completo está en la web sasieta.net.

Ordizia utiliza desde hace dos años el contenedor para orgánicos, alternativa que defienden los contrarios al PaP. El alcalde, Igor Eguren, apuntó que con esta opción «reciclamos alrededor del 40%», mientras que con el PaP se aspira a rebasar el 70%.

Eguren añadió que el PaP es más barato, ya que si bien «la recogida es más costosa, se reduce muchísimo el gasto del tratamiento, y suben las aportaciones de retorno tanto de envases como de papel».