Al menos 21 personas murieron y 87 resultaron heridas por la explosión de cinco coches bomba en zonas de mayoría chií en el sur de Irak, concretamente en Al-Emara, Al-Diwaniya, Al-Mahmudiya y en la de la ciudad santa chií de Kerbala.

Estos atentados se producen en medio de una creciente tensión sectaria tras el asalto militar contra una acampada de protesta suní en la localidad de Al-Hueiya, en la provincia norteña de Kirkuk.

Dos centenares largos de personas ha perdido la vida en los últimos días en atentados y enfrentamientos, los últimos dos soldados ayer mismo.

El Gobierno de mayoría chií, ha suspendido la licencia de diez canales de televisión por satélite, entre ellos la cadena panárabe Al-Jazeera, por «incitar a la violencia» en la cobertura de la crisis.