investidura del gobierno italia
Letta abandonará si no logra sacar adelante sus reformas en 18 meses
El primer ministro italiano, Enrico Letta, desgranó ayer las prioridades de su ambicioso plan de Gobierno en su discurso de investidura en la Cámara de Diputados: crecimiento, Europa y moralización de la política; y se impuso un plazo de dieciocho meses para poner en marcha sus reformas, advirtiendo de que en caso de estancamiento habrá consecuencias y dando a entender que entonces renunciará a su cargo. Sus primeros anuncios fueron recibidas con aplausos.
GARA | ROMA
El nuevo jefe del Gobierno italiano, Enrico Letta, presentó ayer su ambicioso programa de Gobierno, que pone el énfasis en el crecimiento económico para sacar de la parálisis a la tercera economía de la zona euro, sumergida en una dura recesión. «La situación económica de Italia es aún grave», reconoció el conservador Letta al desgranar las principales líneas de su programa de Gobierno ante la Cámara de Diputados. «Es nuestra última oportunidad», reconoció Letta al enumerar las medidas que adoptará su Gobierno de coalición, fruto de una inédita alianza entre las dos mayores fuerzas políticas, de centroizquierda y de derecha, con históricas diferencias en materia socioeconómica.
Como estaba previsto al contar con el respaldo del Partido Demócrata (PD), el Pueblo de la Libertad (PdL) y de Elección Cívica, la Cámara de Diputados dio ayer su confianza al nuevo Gobierno integrado por técnicos y miembros de las tres formaciones y dejó su ratificación definitiva en manos del Senado, que se pronunciará hoy. La Cámara Baja respaldó con 453 votos a favor, 153 en contra y 17 abstenciones a los ministros que el domingo, dos meses después de que se celebrasen las elecciones parlamentarias, tomaron posesión del cargo.
Durante su discurso de investidura, Enrico Letta se fijó un plazo de 18 meses para poner en marcha las reformas económicas, sociales y políticas planteadas y presentar resultados. «En 18 meses comprobaré si el proyecto de reformas se encamina hacia puerto seguro. Si compruebo que hay posibilidades de éxito, nuestro trabajo podrá continuar -aseguró-. Pero si los vetos y las incertidumbres estancan todo, habrá consecuencias», agregó dando a entender que en ese caso renunciaría a su cargo.
Su Gobierno se centrará en frenar «la pesadilla del empobrecimiento» de Italia y para ello va a reducir los impuestos para los trabajadores con contratos permanentes, con jóvenes y recién contratados e introducirá un salario mínimo para los más necesitados.
Letta advirtió de que una de sus prioridades será luchar contra la austeridad impuesta por la Unión Europea (UE) y fomentar el crecimiento económico y sobre todo combatir el desempleo entre los jóvenes, ya que un tercio de la juventud no trabaja ni estudia.
Reconoció que «Europa está en crisis de legitimidad» y pidió una mayor integración en la UE, con una unión bancaria y mayor unión política, sin las cuales, dijo, esta crisis se hará «insostenible».
Bruselas, Berlín y París
En cualquier caso, prometió que el suyo será un Gobierno europeísta y, como prueba de ello, es que tras conseguir la confianza del Parlamento Letta tiene previsto viajar mañana y el jueves a Bruselas, Berlín y París. «Si Europa pierde, perdemos todos, tanto en el norte como en el sur», dijo.
Letta dejó claro que su Ejecutivo será «serio y creíble» en cuanto al saneamiento de las cuentas públicas, y apostó por la necesidad de una «moralización de la vida pública», en el marco de la cual prometió luchar contra la corrupción y la evasión fiscal, y la reducción del coste de la política, con el objetivo claro de contrarrestar el apoyo que la ciudadanía ha dado al Movimiento 5 Estrellas (M5S).
Abogó por la reforma de la actual ley electoral, abolir el actual sistema de financiación pública de partidos y superar el bicameralismo parlamentario. En su intento de «recuperar la decencia, la sobriedad y el escrúpulo», y como demostración de su deseo de mejorar la imagen de los políticos, Letta anunció que pretende suprimir el sueldo de aquellos ministros que también sean parlamentarios. Un anuncio que le granjeó los aplausos del M5S.
Además, recogiendo la principal exigencia del ex primer ministro Silvio Berlusconi, Letta anunció que a partir de junio se suspenderá el pago del impuesto sobre la vivienda habitual que había reintroducido Mario Monti y afecta al 80% de la población. En este caso, los aplausos fueron del PdL.
Alimentando la polémica
La toma de posesión del Gobierno de Letta se vio ensombrecida el domingo por un tiroteo frente a la sede del Gobierno cometido por un desempleado desesperado y en el que resultaron heridos dos policías.
El acontecimiento fue recordado por Letta como un síntoma del creciente malestar social, pero desde algunos sectores se siguió alimentando la polémica al insistir en responsabilizar, de alguna manera, al M5S por sus críticas al actual sistema político y los partidos tradicionales. El alcalde de Roma, Gianni Alemanno (PdL), señaló al movimiento que lidera Beppe Brillo: «Si durante meses se lanzan críticas contra el poder, en un momento u otro surge un loco... Hay que acabar con este violencia verbal que puede poner armas en manos de perturbados».
Grillo rechazó esas insinuaciones remarcando que el M5S es «absolutamente no violento» y subrayando que se trata de un «incidente aislado».
El exalcalde de Roma Walter Veltroni protestó por ese señalamiento del M5S, que calificó de «error grave e instrumentalización». El propio ministro de Interior, Angelino Alfano, lo consideró un hecho aislado, mientras que la Fiscalía lo atribuyó a «un hombre con muchos problemas que perdió su trabajo».
El periodista Adriano Sofi, en un editorial del diario «La Reppublica», tachó de «estupidez vergonzosa» sugerir que el tiroteo del domingo sea resultado de un discurso político en particular.
No obstante, Berlusconi siguió alimentando la polémica al insistir en vincular veladamente al M5S con esa acción al señalar que «cuando juegas con fuego hablando de asaltos a instituciones y lanzando anatemas contra todos, se producen hechos como éste».
El Parlamento de Grecia aprobó a última hora del domingo una nueva ley para cumplir las recomendaciones de la troika -FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea- que permitirá despedir a 15.000 empleados públicos hasta finales de 2014.
El texto aprobado incluye las medidas que fueron acordadas en abril con la troika a cambio de recibir a mediados de mayo el siguiente tramo del rescate, 8.800 millones de euros. Con ese dinero, que se liberará en dos tramos, el Gobierno griego confía en poder pagar los salarios de los empleados públicos, las pensiones y los bonos que posee el BCE y que vencerán el 20 de mayo.
Entre esas medidas destaca el despido de 15.000 empleados públicos hacia 2014, aunque, según indicó el ministro para la reforma de la Administración Pública, Antonis Manitakis, muchos serán sustituidos con nuevas contrataciones.
El ministro de Finanzas, Yannis Stournaras, introdujo una enmienda que permitirá vulnerar el umbral del salario mínimo interprofesional en determinados casos, posibilitando a los empresarios contratar a menores de 25 años por 427 euros mensuales (80 menos) y a los mayores de esa edad por 490 euros mensuales (90 menos). Para defenderse de las críticas de la oposición dijo que «es cierto que 490 euros es un salario bajo, pero no olvidemos que en muchos casos hablamos de parados. Para ellos será un alivio».
Coincidiendo con la probación de la nueva ley, un sondeo publicado ayer daba al partido del primer ministro, Antonis Samaras, Nueva Democracia (20,5%) solo medio punto de ventaja sobre el Syriza (19,9%), principal partido de la oposición. Según la encuesta de Alco para la web «Newsit.gr», el xenófobo y ultraderechista Amanecer Dorado (9,3%) se situaría en tercera posición, seguido del PASOK (5,5%), Griegos Independientes (5%), Partido Comunista (4,9%) e Izquierda Democrática (3,7%). Así las cosas, la coalición de Gobierno contaría con el respaldo de un 29,7%. GARA
El partido de Berlusconi aplaudió la decisión de Letta de suprimir el impuesto sobre la vivienda habitual (IMU). El nuevo viceprimer ministro, Angelino Alfano, reconoció que esa parte de su discurso fue «música para nuestros oídos».
El exlíder del PD Pier Luigi Bersani consideró que en el discurso de Letta «están las condiciones para que el voto de confianza no sea solo formal en la intención de ayudar al Gobierno a caminar frente a los enormes problemas que tiene el país».
El líder del Movimiento 5 Estrellas en la Cámara de Diputados, Riccardo Nuti, se mostró más crítico e ironizó al decir que echó en falta «solo la paz en el mundo». «Lo que cuenta es lo que se hace, no lo que se dice», subrayó.
En medio de la grave crisis económica que ha obligado a Chipre a ponerse en manos de la troika, su presidente, Nikos Anastasiadis, anunció una reforma de la Administración y el Gobierno para recuperar la confianza de la ciudadanía en el sistema político.
Entre las medidas anunciadas, que deberán ser aprobadas por el Parlamento antes del 15 de junio, se incluye un cambio constitucional para limitar la inmunidad presidencial y levantar la de los diputados y otro para impedir al presidente y a los alcaldes acceder a un tercer mandato, mientras que diputados y concejales podrán hacerlo pero de forma alterna.
Anastasiadis planteó la despenalización del no ejercicio del voto, hasta ahora obligatorio, prometió la aprobación de la iniciativa legislativa popular y, en aras a la transparencia, propuso que todos los cargos públicos deban dar a conocer su patrimonio antes y después de su mandato y que todos los organismos del Estado difundirán sus decisiones en internet.
La Administración Pública será reducida para ahorrar costes, se supervisará a los ministerios para que cumplan los objetivos de gasto, se crearán tribunales extraordinarios para juzgar casos urgentes, se creará un Defensor del Cliente para proteger los derechos de los usuarios de la banca y se endurecerá la selección de los funcionarios, cuyo trabajo se evaluará de forma continua. GARA