Rubio jugará su último partido en Bidebieta antes de dejar el balonmano
J.C. ELORZA
Por si le faltaban alicientes al último partido liguero de Bera Bera en casa, el próximo sábado con el Rocasa canario -donde podría asegurarse prácticamente el título de Liga-, el club comunicaba ayer que Eider Rubio pondrá fin a su carrera como jugadora de balonmano al final de la temporada. Por tanto, el del sábado será el último partido de la antiguotarra en Bidebieta, y el de su entrenadora Reyes Karrere, que también deja el banquillo.
Eider Rubio, que cumplirá 36 años el próximo martes, lleva la mitad de su vida jugando en la División de Honor. Debutó en la máxima categoría con 18 años en las filas del Hernani, y un año después recaló en Corteblanco Bidebieta, donde estuvo cinco temporadas y vivió el «traslado» a Bera Bera. La temporada 2000-01 fue nefasta para ella, no pudo debutar hasta diciembre tras una operación de rodilla -tras una lesión al final de la temporada anterior, precisamente ante el Rocasa-, jugó dos partidos de Liga y uno de Copa EHF, y se volvió a lesionar, pasándose el resto del año en blanco.
Al final de la temporada dejó el club para fichar por el Castro de Primera División, para volver a la máxima categoría al año siguiente en las filas de un recién ascendido, el Arrahona de Sabadell, que solo aguantó un año.
En la campaña 2003-04 fichó por el Sagunto, donde Reyes Karrere cumplía su segunda temporada como entrenadora. Al año siguiente el Sagunto se fusionó con el Mar Valencia de Cristina Mayo (ex-Iber) y se proclamó campeón de Liga. Rubio aún seguiría un año más, en el que se le unió Eli Pinedo, procedente de Bera Bera, para ser subcampeonas.
Y en su sexta temporada lejos de casa (2006-07) fichó por el Elda, donde coincidió con otra excompañera de Bera Bera, la portera vizcaína Aitziber Elejaga. Al término de la temporada volvió a Donostia, donde ha jugado seis años hasta completar 11 en las filas de Bera Bera.