La política de bloqueo de la oposición municipal impide obras «urgentes» en Sopela
PNV, PSE y PP en el Ayuntamiento de Sopela pretenden que Bildu, que ostenta la Alcaldía en minoría, no pueda gobernar. Esa es la razón por la que el martes impidieron en el pleno que se aprobasen varias partidas para hacer frente a necesidades urgentes del municipio.
A.G. | SOPELA
La situación no es nueva, aunque al equipo que dirige la soberanista Saioa Villanueva le preocupa que la política de boicot emprendida por la oposición contra Bildu afecte directamente a la calidad de vida de los sopeloztarras. El último ejemplo, subrayan, es no aprobar varias partidas presupuestarias con las que se iban a ejecutar obras «urgentes y necesarias».
El Consistorio funciona con unas cuentas prorrogadas de 2012, a pesar de disponer de un superávit de más de 600.000 euros y tener su deuda saldada, por lo que el Gobierno local propuso tres modificaciones presupuestarias para atender 21 actuaciones. Los votos de PNV, PSE y PP -que suman 10 votos- se unieron para rechazarlas.
Lo curioso es que para justificar su negativa, la oposición acusa de «falta de información» a Bildu en la comisión informativa previa y después de escenificar su «debilidad» en la sesión plenaria del martes pasado, ahora plantean llegar a acuerdos. Es la única línea argumental que les queda, ya que es muy difícil entender por qué se opusieron a destinar 452.000 euros a esas intervenciones.
«Estamos hablando de cuestiones tan sensibles como los vehículos de la Policía Municipal, el arreglo del tejado de la piscina, gastos informáticos o el mobiliario urbano. Los socialistas estamos más dispuestos que nunca a dialogar sobre estos y otros gastos vitales», reconoció Teresa Fernández, del PSE.
La oposición insistió el martes en que no dispusieron de información suficiente, llegando a manifestar que se sentían «maltratados» por el Gobierno municipal. La delegada de Hacienda, Leire Pinedo, lo niega. «Es falso», apunta, al tiempo que repite que se dieron todos los detalles necesarios para que PNV, PSE y PP respaldasen las tres modificaciones en las cuentas.
Entre los proyectos que tendrán que esperar, en caso de no recapacitar la oposición, está el arreglo del tejado de las piscinas, del rocódromo o de las ventanas de la biblioteca, «que presentan filtraciones de agua desde su inauguración». Algo similar pasará con la reparación del vehículo de la Policía Municipal, la elaboración de un mapa de ruidos y la catalogación del archivo municipal, «que se encuentra en un lamentable estado desde hace años».
Asimismo, se dilatará la recuperación de la vega de Urko, en Larrabasterra, un proyecto que estaría financiado al 75% por Lakua; o el arreglo de la plaza Sertutxa, que actualmente se encuentra vallada por riesgo de caída de los vecinos. Tampoco se podrá instalar un semáforo en la BI-634 para evitar nuevos accidentes mortales.
El equipo de gobierno apela a la responsabilidad de los grupos de la oposición, y les invita a cambiar de actitud y a «trabajar por el interés del pueblo». Bildu acusa a PNV, PSE y PP de «paralizar» el Consistorio «por sus intereses políticos».