Argi Gastaka es una joven vizcaina que participaba, hasta ayer, en el conocido reality show ``Gran Hermano'', que emite Telecinco y presenta Mercedes Milá. Ha sido expulsada por un comentario desenfadado en el que afirmaba que había participado en una manifestación que pedía «la vuelta de ETA». Expresó sus disculpas inmediatamente, pero ya era tarde; la denominada Asociación de Víctimas del Terrorismo ya había solicitado su expulsión «inmediata».

No era cierto que la concursante hubiera reclamando el retorno a las armas de ETA. De hecho, la propia AVT «admitió» las disculpas de la joven. Sin embargo, la presión ejercida inicialmente por esta organización, así como la de anunciantes importantes que al parecer amenazaron con retirar la publicidad, aceleraron la decisión de Telecinco.

La expulsión ha derivado en miles de tuits, comentarios y referencias entre los seguidores del programa. #NoAlaExpulsiónDeArgi se convirtió en trending topic mundial en Twitter, donde también tuvo una utilización muy extendida el #MierdaSetEspaña, en referencia a la propietaria del canal, mientras en la plataforma Change.org miles de firmas apoyaron en muy poco tiempo la denuncia de su expulsión.

El ámbito de este episodio, un reality show basado en el espectáculo y guiado por las audiencias, puede restar cierta seriedad a la cuestión, pero tal como apuntaba Joseba Uria en ZuZeu, lo ocurrido es fiel muestra de lo que supone ETA en el imaginario colectivo español. Concluía Uria que «el mundo de las ideas gira más despacio que cualquier elefante».

Escándalos inducidos

En ese sentido, el agravio comparativo resulta evidente. Se pueden realizar comentarios, en broma o no, sobre cualquier cosa menos de ETA. Varios usuarios recordaban referencias de ese mismo programa, en el que se han oído frases como «estás más perdida que Marta del Castillo», por la joven de 18 años muerta y aún desaparecida en Andalucía, o comentarios en los que se afirmaba «antes muerto que gay».

También resulta significativo que los ámbitos que recogieron con indignación las palabras de una joven de 20 años en un programa de entretenimiento sean los mismos que han dado gran cobertura informativa a una supuesta performance realizada por un artista que simuló llevar un cadáver por la Parte Vieja de Donostia anteayer, al parecer con la intención de criticar la acción de ETA.

``El Mundo'' llevó la foto a su portada, y en ``Abc'' Ignacio Camacho se hacía eco de la «actuación» y divagaba con que los transeúntes «le miraron con la misma indiferencia que si hubiese sufrido de veras [un atentado de ETA]». Espectáculo puro con una cuestión tan dramática como el conflicto, pero que en este caso no ha generado crítica alguna, sino al contrario.

Volviendo a ``Gran Hermano'', lo ocurrido con Argi Gastaka ha hecho recordar cómo años atrás solidarios con los presos vascos lograron colarse en la casa para pedir su repatriación. Claro que en aquella ocasión el concursante vasco de turno reaccionó tal y como pedían los estándares de la moralidad española, acuñando la célebre frase «Horrelakoa ez mutiko» contra el solidario.