Greenpeace presentó ayer el informe «Empleo a bordo», que analiza la situación del empleo en el sector pesquero español y su impacto socioeconómico. Presentado a bordo del barco Arctic Sunrise, que se encuentra en Barcelona, demuestra que «la sostenibilidad ambiental, la económica y la social están fuertemente interconectadas y evolucionan de forma paralela».

A juicio de esta organización, «la nefasta política pesquera europea, cuyo modelo aún defiende el Gobierno español, se haya traducido en la pérdida de 52.000 empleos netos desde 1992 y en el agotamiento de los caladeros». En el caso del sector pesquero vasco, Greenpeace confirma la desaparición en los últimos cinco años del 22% de los arrantzales. «Euskadi ha experimentado una notable pérdida de empleo, principalmente en el sector no artesanal. En términos absolutos -dice el informe- el empleo en el sector pesquero vasco se ha reducido en 800 puestos de trabajo, lo que representa una caída del 22,7%».

Esta organización ecologista se suma a las denuncias de los arrantzales sobre la Política Pesquera Común, «que actualmente se encuentra en proceso de revisión en Bruselas», porque ha potenciado durante años «a los grandes buques industriales con una gran capacidad de captura y de destrucción, en perjuicio de la flota artesanal, mucho más respetuosa con el medio ambiente y que ofrece empleos más estables e inclusivos».

Es por ello que Greenpeace exige a los gobiernos de Urkullu y de Rajoy que «apuesten por una política pesquera que tenga a los pescadores en su epicentro». De esa manera, beneficiaria al empleo, pero también «a la salud de los océanos».

El estudio confirma que la destrucción de empleo en el sector pesquero vasco «se ha producido solo en la pesca no artesanal», en un 25,4%. En términos absolutos, se redujo en unos 800 puestos, lo que representa una caída del 22,7%.

Greenpeace afirma que el estado de explotación de los stocks pesqueros afecta a las personas que viven de ellos. En el año 1966 se alcanzó el nivel máximo de capturas, 1.455.000 toneladas, cifra que desciende hasta 2010, que se sitúa por debajo del millón de toneladas. La evolución del empleo es muy similar, y disminuye al igual que las capturas.