«Sorpresa» y una «gran alegría»; el investigador y filósofo Daniel Innerarity (Bilbo, 1959), que fue ayer elegido como ganador del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2013, recibió el reconocimiento con esos sentimientos «por lo que significa este premio en Navarra, la tierra de mi madre y donde he vivido prácticamente toda mi vida». Catedrático de filosofía política y social, es investigador Ikerbasque en la UPV-EHU y director de su Instituto de Gobernanza Democrática (www.globernance. com), un centro de reflexión, investigación y difusión del conocimiento cuyo objetivo es «investigar y formar en lo relativo a gobernanza democrática para renovar el pensamiento político de nuestro tiempo».

La candidatura de Innerarity fue presentada por el Centro Unesco Navarra, perteneciente a la Confederación Española de Centros y Clubes Unesco, explicó ayer en conferencia de prensa el consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales, Juan Luis Sánchez de Muniáin, tras las deliberaciones del jurado, reunido en el salón-comedor del Palacio de Nafarroa. Su nombre se impuso a los de otros candidatos, como el médico forense Paco Etxeberria y la fundación Aranzadi, propuestos por la Asociación de Familiares de Fusilados de Nafarroa y que habían recibido el apoyo tanto de la Junta de Portavoces del Parlamento navarro (Izquierda-Ezkerra, PSN, Bildu y Aralar-NaBai; UPN y PP se abstuvieron) y de historiadores como Ian Gibson y Paul Preston.

La dotación del galardón es de 25.000 euros, financiados por el Gobierno de Nafarroa, a través del Departamento de Cultura.

Pensar la incertidumbre

Filósofo de referencia a nivel internacional, su trabajo ha recibido muchos reconocimientos tanto en Euskal Herria -premio Euskadi de Literatura en Ensayo en 2012 y Eusko Ikaskuntza en 2008, por ejemplo-, como en el Estado -premio Nacional de Literatura en Ensayo, en 2003-. Colaborador de diarios como «El País», «Le Monde» y «New York Times», sus tesis sirvieron de inspiración para lo que, bajo la definición de Concierto Político, Josu Jon Imaz trató de introducir en el PNV. Algo así como una versión del Concierto Económico. En una entrevista en «Deia», Innerarity explicaba entonces que «es un compromiso de autogobierno pactado, que obliga al acuerdo y a la cooperación, que supone un reconocimiento mutuo». Afiliado del PNV -ha sido miembro de la Asamblea Nacional-, en una entrevista ahondaba más al apuntar que «personalmente prefiero entender que los vascos tienen derecho a todo el autogobierno posible en un horizonte de convivencia y al ritmo que la propia sociedad vasca demande, como lo ha formulado Urkullu. De esta manera, la capacidad de decisión no aparece como contradictoria con el pluralismo interno de la sociedad vasca».

Ayer, tras conocer la concesión del premio, explicó que «todo el trabajo que he realizado en estos años se ha orientado no tanto a disolver la incertidumbre, como a pensarla y a airear métodos y procedimientos para gestionarla, es lo que realmente me ha interesado, en un momento en el cual viejas certezas han dejado de ser útiles, pero tampoco hay otros conceptos que los hayan sustituido». «Estamos en esa especie de tierra de nadie», añadió.

En su opinión, «el desafío fundamental de la época en la que vivimos es equilibrar política y economía» e indicó que «tenemos una economía desbocada y una política impotente, y nos dedicamos muchas veces a repartir las culpas y no pensamos cómo articularlas de manera que estén equilibradas».

Por ejemplo, explicó que «Europa ha sido un invento de gran éxito en orden a conseguir la paz, la prosperidad económica, la democracia, pero está ante un gran desafío, que es conseguir que la economía, la política y la sociedad encuentren un equilibrio cuando han cambiado todas las reglas del juego, todas las categorías en las que estábamos habituados a manejarnos». Reconoció que se trata de «un equilibrio difícil, porque la política trata de articular una inteligencia colectiva, y por tanto no depende de que los políticas sean más o menos inteligentes, mejores o peores líderes, sino de que en ese nuevo equilibrio la sociedad también tiene mucho que aportar, y creo que los deberes no los estamos haciendo bien».

En su producción bibliográfica destaca «Un mundo de todos y de nadie. Piratas, riesgos y redes en el nuevo desorden global» (Paidós, 2013); «Internet y el futuro de la democracia» (Paidós 2012, con Serge Champeau), «La humanidad amenazada: gobernar los riesgos globales» (Paidós, 2010, con Javier Solana), «El nuevo espacio público» (Espasa, 2006) y «La sociedad invisible» (Espasa, 2004).