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JON DARPóN | CONSEJERO DE SALUD DEL GOBIERNO DE LAKUA

«Pedimos un esfuerzo al personal de Osakidetza porque es lo que toca»

Han pasado siete meses desde que el lehendakari Iñigo Urkullu nombrara a Jon Darpón (Bilbo, 1959) como titular de la Consejería de Salud de su gobierno. Formado en la UPV y posteriormente en EADA (Escuela de Alta Dirección y Administración), ha sido director gerente de las clínicas privadas IMQ Zorrotzaurre y Vicente San Sebastián, en Bilbo.

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Oihane LARRETXEA | GASTEIZ

El mismo día en que el consejero de Salud Jon Darpón concedía a GARA esta entrevista, trabajadores del Hospital de Basurto en Bilbo llevaban a cabo un encierro para protestar contra los recortes en Osakidetza. Fueron desalojados horas después por la Ertzaintza. El panorama económico del Departamento y sus repercusiones sobre la plantilla y el servicio son uno de los temas sobre la mesa. También toca abordar el del futuro de Onkologikoa, acerca del que se ha hablado y escrito mucho estos meses. La llegada a este centro donostiarra de una nueva directora general y un equipo asesor, ambos con raíces en la empresa privada madrileña, no han calmado los ánimos de trabajadores y médicos precisamente en un contexto en el que los recortes y las privatizaciones son cada vez más habituales. A todo ello se le suma la expiración, en diciembre, del convenio que Osakidetza y el Patronato de Kutxa renuevan cada cinco años y con el que pacientes de la red pública son atendidos en Onkologikoa.

Las protestas a las puertas de distintos hospitales están a la orden del día. ¿Entiende este tipo de actuaciones?

Estamos en un contexto económico complejo, donde hay regiones que han sentido cuestionado su sistema sanitario. No es nuestro caso. Tenemos que ser más solidarios con el país. Osakidetza tiene 30 años, y durante este tiempo, en la época en la que ha habido una mejor disponibilidad económica del gobierno se han mejorado las condiciones laborales, hasta llegar a esas 1.592 horas efectivas. Es una de las jornadas más bajas de ningún sector de la CAV, y ninguna otra empresa de Euskadi.

Este año es francamente un año difícil, y se ha pedido a la gente un esfuerzo que en mi opinión es más bien un esfuerzo solidario con el resto de la gente del país. La mayoría trabaja mas de 1.592 horas. Eso, los que tienen la suerte de poder continuar con su trabajo.

Se trata de trabajar más por el mismo sueldo.

Pedimos un esfuerzo temporal, nunca hemos dicho que este incremento de jornada sea para siempre, o que nunca más habrá una subida salarial. No.

Por otro lado, y aunque es verdad que hemos tenido alguna protesta en los hospitales, en los centros hospitalarios trabajan casi 33.000 personas, y yo en la mayor parte de las protestas he visto más liberados sindicales que trabajadores.

Es lo que toca. Si ha leído la prensa como yo, habrá visto que por segundo año los trabajadores de muchas de las empresas de la corporación Mondragón se han bajado el sueldo. Pues fíjese, eso aquí no ha ocurrido, aquí hemos mantenido el sueldo, y yo no veo manifestaciones a la entrada de las empresas del grupo Mondragón.

La inquietud en el seno de Onkologikoa por el futuro del centro es un hecho. ¿Cómo ve esta situación desde su Departamento?

Para nosotros Onkologikoa es un centro que presta una buena atención y queremos seguir contando con él. Lógicamente, al ser un centro de la Obra Social de Kutxa, cómo se gestiona y quién está en su dirección corresponde a la entidad bancaria.

Lo que sí le puedo adelantar es que estamos trabajando con dos equipos. Uno de ellos está dedicado a la renovación del concierto para darle, por parte de Lakua, estabilidad económica y que Onkologikoa siga a disposición de la ciudadanía. El segundo grupo de trabajo es más clínico. Está formado por oncólogos, radioterapeutas y cirujanos del Hospital Donostia y Onkologikoa a efectos de buscar una integración funcional entre ambos.

Nuestro objetivo es poder compartir comités de tumores para intentar garantizar que la atención sea la mejor posible y que no haya diferencias entre unos y otros pacientes porque creemos que hay actividad para los dos centros. No se trata de competir, sino de coordinarlos.

Por lo tanto, la apuesta es la renovación del convenio.

Ya estamos en ello. Estamos hablando tanto con las personas del Patronato de Kutxa, que tienen la responsabilidad sobre la renovación del concierto, como con la dirección actual de Onkologikoa para su renovación. Siempre es así. La negociación se activa meses antes del vencimiento. Estará vigente desde el 2014 hasta diciembre del 2018, y no lo hacemos a más largo plazo porque es lo que nos marca la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. Siempre lo hemos tenido concertado y trabajamos con la estrategia de que forme parte de la red pública pero desde la propiedad de la Obra Social. Nunca ha habido problemas con este tema y no los tiene por qué haber ahora.

¿Cuáles son las condiciones del concierto?

Los conciertos cada vez que se renuevan intentamos mejorarlos. Incidiremos en una mejor integración dentro de lo que es la estructura asistencial de Osakidetza y en una mejor integración asistencial del Hospital Donostia, al ser en Gipuzkoa la otra organización que presta servicios oncológicos.

¿Cómo se materializará esa mejora asistencial?

Lo están tratando. Vamos a compartir los comités de tumores, se van a mejorar los protocolos comunes y habrá una coordinación de demanda para que no haya diferencias en la espera entre un sitio y otro. También se mejorará el intercambio de conocimiento científico entre los facultativos de ambos centros. Por último, nos gustaría poder compartir la información clínica, y que los pacientes puedan consultar su información desde cualquiera de los dos centros.

Hay decisiones que competen a Kutxa, y no a Lakua, pero ¿todo lo publicado en estos meses preocupa al Departamento de Salud?

No tenga usted duda. Nosotros, desde el primer momento en que detectamos un problema en Onkologikoa nos hemos dirigido al Patronato y nos hemos puesto a su disposición para ayudar a solucionarlo, como así ha sido. Nosotros no elegimos su dirección, ni gestionamos el centro, ni contratamos a las personas del centro, ni calculamos las camas.

Ha comentado que detectaron un problema en Onkologikoa, luego admite que este ha existido...

Fíjese si hay un problema que hago una entrevista con usted y solo hablo de Onkologikoa, que no es mi centro.

Y porque existe un convenio a punto de expirar, y que hay que decidir renovarlo o no.

Sí, pero fíjese usted que el convenio en treinta años de historia [de Osakidetza] lo hemos renovado cinco veces, esta será la sexta. No hay ninguna novedad en eso.

¿Por qué cree que en esta ocasión sí se ha pedido la integración del centro en la red pública sanitaria en lugar de la renovación del convenio?

Discúlpeme, quienes hemos planteado la integración somos nosotros. Desde el principio, cuando detectamos el problema preguntamos al respecto y nos afirmaron que había incertidumbre. Desde el Departamento de Salud insistimos en que no había ninguna incertidumbre. Contamos con Onkologikoa, y el convenio se va a renovar. Ahora, si la nueva dirección genera más incertidumbre o no... pues no debería.

Precisamente este debate no se había producido antes; se ha renovado cada cinco años sin ningún tipo de problema.

Le voy a contestar. ¿Hay debate en Tolosaldea? ¿Y por qué se ha producido el debate en Tolosaldea, que lleva concertado [la clínica Asunción de Tolosa] quince años? No soy adivino, pero a veces los debates no solo tienen connotaciones sanitarias o científicas o técnicas. A veces responden a incertidumbre laboral o razones políticas.

¿Y por qué no pasa con Aita Menni, que es un centro privado? Quizás porque nadie allí quiere formar parte de Osakidetza y sienten que están bien como están y se sienten identificados con la organización que tienen.

Ya que menciona estos centros, ¿en el sistema sanitario cuál es el equilibrio entre lo público y lo privado?

Osakidetza es un sistema sanitario absolutamente publico, donde más del 95% de los recursos a disposición de los pacientes son públicos y así lo vamos a mantener.

Del sector privado utilizamos de forma esporádica una pequeña red de centros que nos mejoran la accesibilidad por no tener nosotros en determinadas zonas una situación mejor para aliviar picos de demanda, listas de espera quirúrgicas o pruebas complementarias. Se trata de Aita Menni, organización sin ánimo de lucro; Onkologikoa, que es un centro privado que forma parte de la Obra Social de Kutxa; y la clínica de la Asunción, en Tolosa.

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