Dos meses después de recibir la carta de despido, el colectivo de trabajadores despedidos de Kukuxumusu muestra su indignación con el proceder de la empresa. A través de un comunicado, critica la gestión de la dirección y alerta del incierto futuro que les espera a los empleados que aún continúan en la firma.

Según informan los extrabajadores, en febrero Kukuxumusu presentó un ERE de extinción para 23 trabajadores y otro de suspensión del 50% para tres empleados. Así, concretan que, en total, el porcentaje de despidos fue del 62% de la plantilla, que entre oficinas y almacén contaba con 37 trabajadores.

Recalcan que en este proceso, la postura de la empresa ha sido muy cerrada, y que, desde un principio, la firma manifestó que el ERE de extinción «no era negociable», utilizando la «amenaza» de que no pagaría la cantidad de dinero que adeudaba a los trabajadores.

Actualmente, según relatan, solo han recibido el 50% de la indemnización correspondiente debido a «razones económicas». La empresa les asegura que cobrarán el resto para el 31 de agosto, aunque los trabajadores muestran sus dudas, ya que cinco de sus compañeros no han recibido todavía importe alguno de su indemnización. Añaden que estos cinco empleados permanecieron un mes más en la empresa para trasladar el almacén a Catalunya, donde otra empresa asumirá su gestión.

Un futuro incierto

Además de censurar los pasos dados hasta ahora por la empresa, los integrantes del colectivo advirtieron de que los empleados que aún permanecen en Kukuxumusu están «dudosos y preocupados» por la deriva de la firma y la poca claridad de la dirección a la hora de informar sobre el futuro de la misma.

De momento, se les ha notificado una reducción salarial del 20% y que recibirán con retraso el pago de dos nóminas, explican desde el colectivo. Por ello, denuncian que «la estrategia de la dirección no ofrece grandes esperanzas respecto al futuro profesional de estos trabajadores». De hecho, cuatro de ellos deberán abandonar Kukuxumusu para trabajar en otra de sus empresas.

En este contexto, critican la «falta de valores» de Kukuxumusu por «aprovechar» la reforma laboral para pagar sueldos e indemnizaciones «miserables».