Raimundo Fitero
Caída
Se anuncia una debacle. En Europa se pide que se repasen las cuentas de los clubes, que se den explicaciones por esas situaciones anómalas, mientras que los clubes alemanes están saneados económicamente, y sin tantos gastos, dos de sus representantes jugarán la final de la Champions Ligue. Se quiere señalar que es un asunto que ha trascendido lo doméstico y que puede ocasionar una auténtica explosión social como algunos clubes deban desaparecer o bajar de categoría, asunto que probablemente no sucederá porque se saltarán todas las leyes para evitar esa conmoción social.
Pero todo ello tiene un frente muy determinante para entender la situación catastrófica del fútbol en general, y es que los clubes viven, esencialmente, de las los derechos televisivos, por eso esos horarios tan cabras, ocupando viernes noche, todo el sábado y domingo y el lunes la retransmisión de los partidos, y se ha sabido que una de las plataformas que más ha incidido en la difusión del fútbol de pago (se recuerda que ya no existe casi partidos en abiertos de la Liga) Canal + ha tenido un descenso notable de afiliados, socios o sostenedores. Y que ha bajado, además, el gasto de sus abonados en fútbol. Lo que abunda en la situación de crisis, y se entiende como cada vez más los bares anuncian las retransmisiones de los partidos y logran llenos bastantes significativos que nos recuerdan los tiempos del blanco y negro y el parque limitado de electrodomésticos esenciales en los hogares.
Esta es la alarma más evidente porque hay unos contratos firmados, unas cantidades con las que se han confeccionado proyectos y plantillas y si se rompe la cadena de pagos, la burbuja va a explotar como una bomba fétida. Se avecina la caída del imperio futbolero.