CRíTICA: «El impostor»
Vamos a contar mentiras, tralará
Mikel INSAUSTI
Quienes estén familiarizados con los programas televisivos que recrean episodios de la crónica de sucesos, mezclando imágenes de archivo y la dramatización con actores, sabrán que la obligada coletilla de «basado en hechos reales» suele ofrecer muy poca credibilidad. No digo que «El impostor» peque del sensacionalismo de este tipo de productos mediáticos, pero sí que resulta manipulador de principio a fin, por mucho que quiera disimular su maniqueismo bajo la etiqueta del documental creativo o del falso documental tan en boga.
La figura del usurpador de identidades ajenas Frédéric Bourdin ya fue llevada a la pantalla, dos años antes, en la ficción canadiense de Jean-Paul Salomé «El camaleón»; así que ahora tocaba hacer otra cosa distinta, más cercana al documental. Bart Layton centra su película en el más famoso de los casos protagonizados por el impostor de origen argelino, ccuando suplantó a un niño de Texas desaparecido en 1.994. Para recrearlo recurre a las entrevistas con los familiares del tal Nicholas Barclay, mientras que para dar vida al resto de personajes implicados en la trama utiliza intérpretes profesionales y la pura representación ficticia. Evidentemente, las declaraciones de los personajes auténticos chocan de lleno con los diálogos guionizados del resto, perdiendo cualquier conexión con la verdad de los acontecimientos. Sí, sí, la historia real será todo lo increíble que se quiera, pero por darle un tratamiento de suspense cinematográfica acaba siendo una sarta de mentiras tendenciosa y confusamente contadas.
Hay un problema también de puesta en escena, habida cuenta de que el género documental no cuida la ambientación como el de ficción, por lo que las localizaciones resultan engañosas. Se hace imposible creerse la comisaría de Linares y alrededores, donde es encontrado tres años después de su desaparición un supuesto Barclay. Se supone que el Frédéric Bourdin que se hacía pasar por él hablaba muy poco inglés, y con marcado acento francés. No se puede entender la situación en si, porque Bart Leyton ha elegido a un actor inglés para interpretarlo.