Una primera avanzadilla del PKK completa el repliegue a Kurdistán Sur
Tal y como prometió, la guerrilla del PKK ha iniciado el repliegue y una primera columna guerrillera llegó ayer a Harur (Kurdistán Sur) tras una dura travesía por las montañas de siete días constantemente vigilada por aviones turcos. «Estábamos preparadas para una dura batalla contra Turquía, pero hemos respondido a la llamada de nuestro líder (Abdullah) Oçalan para dar una esperanza a la paz», señala Midiya Afreen, una de las combatientes del grupo.
GARA | HARUR
Los primeros guerrilleros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), en fase de repliegue en el marco del diálogo con Turquía, llegaron ayer a Kurdistán Sur (dentro de las fronteras de Irak) tras una dura travesía por las montañas.
Una columna de quince combatientes llegó a pie a Harur, una localidad de la provincia de Dohuk. Atravesaron la escarpada zona fronteriza para reunirse con los miles de combatientes kurdos refugiados en este enclave kurdo y que les recibieron calurosamente. «Somos los primeros en llegar a zona segura», señaló Jagar, al frente del grupo de nueve hombres y seis mujeres, que llegaron a las 6 de la mañana de ayer armados con fusiles kalashnikov y lanzagranadas RPG.
Por orden de Oçalan
«Hemos efectuado el repliegue bajo las instrucciones de nuestro líder (Abdullah Oçalan) y esperamos que esto abra una nueva era de paz», señala Jagar.
«Hemos afrontado muchas dificultades, sobre todo la lluvia y la nieve», señala el mando guerrillero, que añade que durante sus siete días de marcha han estado constantemente vigilados desde el aire por aviones militares turcos. «Estábamos preparadas para una dura batalla con Turquía, pero finalmente hemos respondido a la llamada de nuestro líder Oçalan», confirma Midiya Afreen, una combatiente del grupo, que insiste en que estamos a las puertas de «una nueva era de paz».
Oçalan apeló el 21 de marzo, con motivo del Newroz, a sus tropas a un alto el fuego y un repliegue como gesto de buena voluntad en el marco del diálogo de paz que protagoniza desde finales del año pasado con el Estado turco.
El líder del brazo armado del PKK, Murat Karayilan, anunció la semana pasada a un diario turco que el repliegue terminará en otoño. El PKK cuenta actualmente con al menos 5.000 combatientes activos. Según cálculos de los medios de comunicación turcos, alrededor de 3.000 operan en el interior de las fronteras turcas, en Kurdistán Norte, mientras otros miles permanecen en la retaguardia de sus bases en Kurdistán Sur.
El Gobierno federal de Irak, que denuncia sistemáticamente los bombardeos turcos contra las bases del PKK en Kurdistán Sur pero que mantiene crecientes tensiones con el Gobierno autonómico (independiente de facto) de este enclave en el interior de las fronteras de Irak, no se ha mostrado precisamente entusiasmado con la llegada de los combatientes kurdos. El Ministerio de Exteriores de Bagdad rechazó hace días la entrada de grupos armados en «su» territorio y arguyó la necesidad de «preservar la soberanía, la independencia y la seguridad». Ayer, el Gobierno iraquí anunció una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU al que pide que practique «su labor de preservar la paz mundial y adoptar la decisión adecuada para impedir que se viole la soberanía iraquí». Eso sí, Bagdad subrayó que «da la bienvenida a toda solución política y pacífica al problema kurdo en Turquía para poner fin al derramamiento de sangre y la espiral de violencia entre ambas partes», en alusión al Gobierno turco y el PKK, pero insistió en que la Constitución iraquí no permite la intervención en asuntos internos de otros países.
Por su parte, el Gobierno de Kurdistán Sur no se ha pronunciado hasta ahora sobre el rechazo de Bagdad al repliegue de los guerrilleros.
La población de Kurdistán Sur acoge con los brazos abiertos a sus hermanos del norte, lo que no impide que en algunos sectores se haya instalado la inquietud ante la posibilidad de que Ankara incumpliera sus compromisos y reanudara sus bombardeos contra sus poblaciones con la excusa de la llegada de más guerrilleros. GARA