Ayer le tocó el turno a Markel Susaeta en sala de prensa, tras el primer entrenamiento semanal en Lezama, y no cabe duda de que la pregunta se irá repitiendo a medida que desfilen otros jugadores, e incluso el viernes, en la comparecencia del propio Marcelo Bielsa, seguro que el técnico es requerido para que vuelva a referirse a su más inmediato futuro. Ayer le tocó al de Eibar y Bielsa ya sabe ahora que le apoya algo más que ese 1% al que se refería de San Mamés en el último partido. Fue claro el guipuzcoano, y creíble. «Es clarísimo que con Bielsa he dado un paso adelante muy importante y lo que he aprendido con él es muchísimo. Y si pudiera quedarse un año más aprendería mucho más, así que yo estaría encantado» de que prolongara su estancia en Bilbo.

Es evidente que la relación entre el vestuario y el entrenador argentino no ha sido tan idílica este curso como en el anterior. Como algunos lo han descrito acertadamente, del amor se ha pasado al cariño. Discrepancias internas al margen, filtraciones al margen, `Fernandos' al margen, la plantilla pidió al de Rosario que bajara el pistón y él así lo hizo, quizá con las consecuencias luego deportivas que ha tenido la temporada.

Pero el Loco sigue teniendo crédito si no en todo, sí parte del vestuario. No hay porqué dudar de voces como la del capitán Carlos Gurpegi, que alaba la figura del técnico siempre que puede, ni de la del propio Susaeta ayer. Es cierto que ningún futbolista tira piedras contra su propio tejado, pero si en la plantilla hay posiciones encontradas respecto a la continuidad del argentino, será competencia de la Directiva de Josu Urrutia tantearlas y evaluarlas. «La decisión es de él y del club, nosotros nos tenemos que dedicar solo a jugar», matizaba también Susaeta, argumento que no se sostiene, pues deberían ser los primeros en verbalizar de puertas adentro y ante los responsables de la entidad si quieren que Bielsa continúe o no.

En lo que sí lleva razón el eibartarra es en su creencia de que «una vez que tengamos el punto que necesitamos para la salvación matemática, cuanto antes se sepa -quién se sentará en el banquillo del nuevo estadio- mejor. Luego, lo que pase bienvenido sea y a respetarlo».

Como decía el `14' rojiblanco, falta un punto «y sería un error pensar ya en la temporada que viene». Por eso, apuesta por traérselo de Zaragoza, si es con victoria mejor, y «salvar con buen sabor de boca la temporada, despidiendo San Mamés ante el Levante como se merece». Y ese «se merece» implica aparcar la ansiedad que pudo a los leones ante el Mallorca, como asumió Susaeta. «Después de una temporada tan difícil, en el partido decisivo los nervios nos pasaron una mala factura», confesó.