GARA > Idatzia > Kirolak> Athletic

RUGIDOS ROJIBLANCOS

Marcelo Bielsa, antídoto contra la cultura de la derrota

 

Beñat ZARRABEITIA Socio y periodista

No cabe duda de que la temporada está siendo muy pobre, por debajo de las expectativas y el potencial del equipo. Una valoración objetiva basada en los resultados y que cuenta con un terrible background. El club, en todos sus ámbitos, no supo gestionar el éxito de la temporada pasada, cayó en la depresión derivada de no levantar los títulos y de ahí en la desorientación total en el momento en el que los que debían liderar su proyecto se bajaron del barco.

El Athletic, sin embargo, no vive únicamente de la clasificación coyuntural. Cuenta con un ecosistema tan particular que el apego no se mide en trofeos, sino la adhesión a un proyecto único. Eligió su propio camino, nadie le ha obligado, para convertirse en uno de los clubes más vanguardistas y contraculturales del mundo del fútbol. Su fortaleza, el valor añadido.

Los cambios en el fútbol, la total exposición en los medios y a las redes sociales, el cortoplacismo o las diferentes referencialidades han distorsionado esa visión cuando las cosas no van bien. Es comprensible que tras una mala campaña, con el ambiente muy enrarecido y en la que los jugadores tal y como señalaba Mikel San José «lo hemos llevado más o menos bien», se considere la posibilidad de cambiar de entrenador. Pero, una cosa es la lógica del fútbol y otra la andadura del Athletic. El club debe reforzar su idiosincrasia y particularidad de cara al futuro.

Marcelo Bielsa es el entrenador con mejores resultados en el club desde el cese de Clemente en 1986. Y no solamente eso, sino que ha logrado conectar con buena parte de la mayoría social debido a su indudable carisma. Bielsa es el entrenador de una generación, el técnico de referencia para una ingente cantidad de niños y niñas que en vez de mirar a Messi o CR7 sueñan en rojiblanco. El rosarino y sus jugadores hicieron disfrutar a la afición tras años de angustia, autocomplacencia y frustración a partes iguales. El Athletic volvió a sentirse ganador y ese es, será el principal legado de Bielsa al club, además de la continuidad real para varios jugadores de la cantera.

Se decía que los leones jugaban «contra elegidos», «ante selecciones mundiales», todos parecían mejores que... y eso justificaba el más mínimo éxito o incluso un proceder mediocre para acercarse al mismo. Con Bielsa todo ha cambiado, la exigencia subió en el día a día y los resultados llegaron. La fractura con algunos de los pesos pesados la marcaron esa exigencia y la referencialidad externa de los mismos y sus entornos. Esta temporada, con el proyecto fragmentado, ha sido imposible. No obstante, ¿por qué no se va a poder repetir un curso más que brillante una vez ventilada y reforzada la caseta y confiando de nuevo en los conocimientos del rosarino?

Bielsa ha sido el antídoto contra la cultura de la derrota en el Athletic. El entrenador que se gane o se pierda ha sido fiel a un estilo que ha utilizado contra prácticamente todos los rivales independientemente de su escudo. No se pudo ganar el doblete, siquiera una de las finales, y la ansiedad se disparó para completar el particular annus horribilis rojiblanco. Es una herida aún abierta que se debe cerrar, pasará el tiempo y la mayoría de hinchas rojiblancos dirán «yo ví jugar al Athletic de Bielsa». Y muchos lo quieren seguir viendo la temporada que viene. Convendría hacer un esfuerzo compartido por todas las partes, el Athletic y su gente se merecen que esta historia tenga un final feliz.

Pd: «No me quieras porque gané, necesito que me quieras para ganar».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo