Lo ha dicho un organismo de la ONU, por lo tanto no debe ser la ocurrencia de un funcionario, ni de un político en celo electoral, sino que se supone parte de estudios sesudos, contrastados, con especialistas en la materia, y que han llegado a unas conclusiones que nos produce una cierta hilaridad. La solución doble. Igual sirve para acabar con algo del hambre que asola muchas regiones del mundo como ayuda a los habitantes de otras parcelas de la Tierra a combatir la obesidad: comer insectos.

Lo dicen y lo aseveran, lo argumentan y en todas las televisiones han dado esa noticia con un rango bastante importante y con imágenes ilustrativas que vienen a convencernos. O a disuadirnos. Probablemente todo sea una cuestión cultural, de hábitos. Y que nos sitúa en actitudes bastante normales como es la de comer caracoles, cuestión que a muchos habitantes del mundo entero les parece una asquerosidad insufrible. Y bien ricos que están; tanto a la plancha, como los sirven en Lleida, como a la brasa, como se hacen en todos los puntos cardinales o en salsa bien recargada de productos de la huerta y de chacinería que nos ayuda a untar unas cuantas hogazas de pan. El mundo está tan mal que existen personas adultas alérgicas al marisco. Y quienes te ven disfrutando de una ostra que sienten náuseas.

Pero lo de los insectos es algo que entra en otra categoría, especialmente porque se nos insiste en esta noticia oficial, que son muy ricos en proteínas, que no tienen apenas colesterol, y otras bondades que nos cuesta encontrarles a las hormigas, a las termitas, libélulas o cucarachas. Y desde que he visto a niños africanos comiendo sartenadas de algo parecido a unos grillos, me imagino que es posible que prospere como tendencia culinaria, como gastronomía no solamente de salvación, sino de recomendación dietética, y es cuando me imagino granjas de hormigas, criaderos industriales de los insectos de más rápida reproducción, y me rallo. No soy capaz de encontrar un atenuante. ¿De verdad no se les ocurre más solución que hacer una lista de la compra entomológica? ¿No hay suficientes alimentos que se tiran para no reventar el precio que podrían paliar las hambrunas?