Las rivalidades sindicales sobre el reconocimiento para negociar llevaron a una huelga ayer en la mina Marikana, escenario de un sangriento conflicto el año pasado, aumentando los temores a nuevos enfrentamientos en las minas de Sudáfrica a los pocos días después de la muerte de un sindicalista y el anuncio de despidos en Amplats, productor número uno de platino del mundo. «Las actividades de Lonmin se suspenden (...) a causa de una huelga ilegal», señaló Sue Vey, el portavoz del grupo británico, que opera la mina de platino Marikana, donde la Policía mató a 34 huelguistas el 16 de agosto 2012, durante una huelga salvaje en la que se llegó al medio centenar de muertos.