Los datos son impresionantes, pero para quienes hemos ido viviendo el desarrollo de esta cita, su evolución, no podemos mostrar nada más que nuestra grata sorpresa al ver cómo a base de constancia, aciertos, voluntad, determinación, se ha logrado no solamente colocar esta cita en las agendas de todos los agentes dedicados al teatro de calle y sus circunstancias, sino que se ha convertido en una fiesta ciudadana, en algo querido por sus habitantes.

Ese es el gran triunfo, el auténtico logro de la Umore Azoka, hacer que en un lugar que, de entrada y debido a su configuración urbanística, era tan poco propicio para las artes de calle, sea hoy un punto de referencia debido a que se han aprovechado bien los espacios existentes, se han inventado rincones, se ha sabido estar a la altura de los tiempos y de las exigencias de los artistas. De este modo la feria del humor de Leioa ha logrado una asistencia de públicos realmente importante.

Algunos recordamos anécdotas de las primeras ediciones que son difíciles de transmitir sin haberlas vivido, pero existía una especie de recelo, se miraba de reojo a los artistas. Los vecinos de toda la vida se sentían incómodos y los recién llegados no se ubicaban, costaba que disfrutaran de las propuestas itinerantes y las situadas en las plazas. Eso se superó, y hoy consiguen concentraciones ingentes de vecinos, adultos, mayores, jóvenes y sobre todo niños y niñas. De Leioa, de los alrededores, de Bilbo o de otros puntos de Euskal Herria. Estamos, quizás, ante el hecho cultural, esta Azoka y la actividad de la Kultur Leioa, que mejor ha sabido acompasarse al desarrollo demográfico y social de su entrono.

Un logro colectivo

Umore Azoka es un logro cultural, un logro teatral, el esfuerzo de las instituciones, especialmente del ayuntamiento y, sobre todo, de los productores, artistas, que se han amoldado a las circunstancias espaciales, cada vez mejor acondicionadas técnicamente porque se ha estado trabajando a favor del espectáculo, que es la manera de estar a favor de los públicos, y así hemos llegado al milagro: se hace teatro de calle, por encima de una de las vías de máxima circulación en Euskal herria: la avanzada.

La climatología que es la gran dramaturga de estos eventos, va a estar de nuevo presente, va a ayudar o convertirse en un problema. Es lo de siempre, pero la organización, ya ha encontrado otros años alternativas. No hay ninguna excusa para no disfrutar de los locos callejeros que sueltan por Leioa, de hoy hasta el domingo.