EH Bildu detalla ante la ciudadanía los desfases generados por el PNV en la AP-1
La coalición soberanista organizó una charla en el Palacio Europa de Gasteiz para explicar los sobrecostes generados por el PNV en la AP-1 durante la pasada legislatura. Según explicaron, el último desfase está provocado por la revisión de un contrato con la empresa Bidelan.
Ion SALGADO | GASTEIZ
La revisión del contrato de mantenimiento y explotación de la AP-1 se ha convertido en un problema para las arcas forales de Araba y Gipuzkoa, ya que, según destacaron ayer el portavoz de EH Bildu en las Juntas alavesas, Gorka Ortiz de Guinea, y el director de Infraestructuras Viarias de la Diputación guipuzcoana, Joseba Altube, este acuerdo supone un coste adicional de tres millones de euros hasta el año 2015 para Gasteiz y de 15,6 millones para Donostia.
Ambos responsables, que participaron junto a Patxi Martínez de Albéniz (EH Bildu) en un coloquio celebrado en Gasteiz para discutir sobre las presuntas irregularidades aparejadas a la construcción de la autopista, destacaron que la revisión del contrato, acordado entre Bidegi, Arabat y Bidelan -la adjudicataria-, fue firmada a comienzos de 2011, poco antes de las elecciones locales y forales.
En dicha revisión, la UTE, formada por Dragados y Construcciones, Zerbitzu y Asfaltos de Campezo, reclamó una nueva forma de pago a cambio de implementar una serie de mejoras en la infraestructura, tales como incrementar el número de operarios en los túneles. Así, logró que las dos diputaciones, por medio de Arabat y Bidegi, accedieran a pagarle un 7,7% de beneficio bruto afianzado. Una formula ventajosa para Bidelan que está siendo investigada por el Tribunal de Cuentas Públicas.
En opinión de Martínez de Albéniz, este nuevo contrato suena a «reparto pastelero». Un reparto que beneficiaría al PNV, ya que, según explicó, en aquella época la formación jeltzale, que gobernaba los dos herrialdes, tenía una estrecha relación con el gerente de Bidelan, Isaac Loyola.
En el caso de Araba, los junteros recordaron el papel desempeñado por el exgerente de Arabat, Unai Grajales, que fue encargado de firmar la revisión del contrato en nombre de la Diputación, algo que no podía hacer sin el consentimiento previo de un superior. «Pero hemos revisado todas las actas y nunca mencionó nada», añadieron.
Para terminar, Ortiz de Guinea subrayó que casos como el de las AP-1, relacionados con un «modelo oscuro y la sospecha de la irregularidad», demuestran que en Euskal Herria también se dan situaciones sospechosas que pueden esconder presuntos casos de corrupción.
Las diputaciones de Gipuzkoa y Araba comenzaron a construir la AP-1 (Gasteiz-Eibar) en 1999, cuando comenzaron los primeros trabajos entre Maltzaga y Bergara. Desde entonces la historia de esta polémica infraestructura ha estado marcada por los sobrecostes, tanto en su construcción como en su mantenimiento, y por su escasa productividad.
Cabe señalar que en el caso de Araba, la Diputación invirtió 147 millones de euros -más de 170 millones contando los diversos sobrecostes- en la construcción de 14 kilómetros de carretera. Tal como detalló ayer Patxi Martínez de Albéniz (EH Bildu) ante los presentes en el Palacio Europa de Gasteiz, «hablamos de 10 millones de euros por cada kilómetro. O dicho de otra manera, 500 euros por cada habitante».
En Gipuzkoa el balance no es mejor, ya que el Gobierno de Markel Olano invirtió más de 700 millones de euros en la construcción de la autopista, que entró en funcionamiento en 2009. En cuanto a los desfases acaecidos en este herrialde, destaca el caso del tramo Eskoriatza-Arrasate. La obra comenzó con un presupuesto de 91 millones de euros y terminó con 151 millones, con lo que el desfase fue del 65%. I.S.
Tras criticar la gestión del PNV al frente de las diputaciones forales de Gipuzkoa y Araba, los presentes recordaron que entre 1987 y 2007 la formación jeltzale recibió 27,5 millones de euros gracias a la donaciones anónimas.
