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Tras las críticas del pasado año, Cannes se reencuentra con la mujer

Con Steven Spielberg avalando el jurado de la competición en cabeza, la sesentaiséis edición del festival de Cannes continúa mostrando su poderío mediático y cinematográfico bajo los últimos giros de guión que protagonizará el todopoderoso Gilles Jacob.

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Iratxe FRESNEDA

Labrtestua. Tras la expatriación del «Enfant terrible» predilecto del festival de Cannes, Lars von Trier, por una de sus múltiples micciones fuera del tiesto, era de esperar la llegada de Steven Spielberg. Presidiendo el jurado de la sección oficial, le acompañan en el cargo la actriz Nicole Kidman, el realizador chino Ang Lee, el actor Christoph Waltz o el director rumano Cristian Mungiu entre otros.

Steven Soderbergh, los hermanos Coen y Roman Polánski, además de Paolo Sorrentino, Nicholas Winding Refn y Alexander Payne, entre otros, compiten desde hoy por  la Palma de Oro en la 66 edición del Festival de Cannes. Entre las películas que aspiran a uno de los galardones más prestigiosos y preciados del panorama cinematográfico figuran largometrajes como «Inside Llewyn Davis», de los hermanos Coen; «Venus in Fur», de Polánski; Soderbergh con «Behind the Candelabra»; «Only God Forgives», de Nicolas Winding Refn; «Borgman», de Alex Van Warmerdam; Nebraska, de Alexander Payn; o «La grande belleza», de Sorrentino. Completan la lista de candidatas a la Palma de Oro: «Grisgris», de Mahamat-Salet Haroun; «Tian Zhu Ding», de Jia Zhangke; «Soshite Chichi ni Naru», de Kore-eda Hiroakzu; «Wara no tate», de Takashi Miike; «Un château en Italie», de Valeria Bruni Tedeschi; «Michael Kohlhaas», de Arnaud Despallieres; la mexicana «Heli», de Amat Escalante; «Le Passe», de Asghar Farhadi; y «The Inmigrant», de James Gray.

Además de las cuatro secciones principales que conforman la estructura del festival (largometrajes y cortometrajes, Una cierta mirada y La cámara de oro) sesiones paralela centradas en distintas figuras adornan y enriquecen el ambiente cinéfilo del festival. Jerry Lewis (muy respetado en Francia), presentará su último trabajo «Max Rose» y Kim Novak hará de maestra de ceremonias invitándonos a ver la copia restaurada de una de las obras más celebradas de Alfred Hitchcok «Vértigo». Curiosa, pero acertadamente, Cannes le ha hecho un hueco al polifacético y extraordinario Alejandro Jodorowsky que presentará «La danza de la realidad» y «Jodorowsky's Dune».

Dentro la sección «Una cierta mirada» varias son las apuestas del festival francés para este año. Entre ellas está la de Sofía Coppola que presenta «The bling ring». Coppola se codeará con la ganadora del festival de Sundance «Fruitvale Station», de Ryan Coogler Otros de las apuestas son «Les salauds» de Claire Denis, «Wakolda» de la argentina Lucía Puenzo y «As I lay dying» de James Franco.

Como curiosidad, el exdirector del Festival Internacional de Cine de Donostia Diego Galán presentará su documental «Con la pata quebrada» producido por El Deseo (Pedro Almodóvar y Enrique Cerezo). Galán bucea en este proyecto en la idea de la evolución de la imagen de la mujer en el cine realizado en el Estado español desde los años 30 hasta nuestros días apoyándose en unos 180 fragmentos fílmicos.

¿Cambio de rumbo?

Una fotografía cenital de Paul Newman y Joanne Woodward, tumbados, besándose durante el rodaje de «Samantha», en 1963, es el estandarte que ha escogido este año el festival.

Un festival que parece haber comenzado a replantear algunas de sus opciones en torno a su imagen visual corporativa, entendiéndose esta como escaparate de cara a la opinión pública. Hace tiempo que desde distintos organismos se denuncia la no presencia femenina en los festivales de cine como el de Cannes (salvo en el papel de actrices), a pesar de que en los márgenes del audiovisual, en lo que se conoce como el cine independiente, proliferan las cineastas. Este año mujeres como Jane Campion o Agnes Varda adquieren protagonismo (como jurados).

Tras las numerosas críticas que recibió el certamen en la pasada edición por el tono y trato excluyente que el evento estaba dando al sector femenino de la industria cinematográfica, Cannes parece haberse replanteado su imagen. Recogido, a su manera, el testigo de las críticas recibidas, el certamen deja espacio, ironías de la vida, al amor romántico representado dentro y fuera de la pantalla por Joanne Woodward y Paul Newman y plasma el retrato de la pareja ideal en su cartel.

Por otra parte, coloca en su escaparate a mujeres de prestigio como Jane Campion a la que premia y adula con las palabras del propio Jacob: «Jane es hija de Cannes. Lo sé porque escogí tres de sus primeros cortometrajes, que me llamaron la atención por su estilo y coherencia. Chicas inocentemente perversas, adolescentes sumidas en su soledad, mujeres que dan vueltas a sus arrebatos y sus remordimientos: este es el universo dominado por un lirismo ardiente sobre el que Jane dibuja con pulso firme sus retratos de grupo con drama. Me enorgullece que la historia de amor entre Lady Jane y el festival prosiga hoy en día con esta presidencia». A pesar de todo la presencia femenina en la sección oficial a concurso continua siendo irrisoria.

Quinta adaptación al cine de «El Gran Gatsby», con Dicaprio como protagonista

“El Gran Gatsby” inauguró ayer el Festival de Cannes con Leonardo DiCaprio como protagonista  de la apertura del evento. Además de ser el personaje central de la película, DiCaprio comparte cartel junto a la actriz Carey Mulligan y Tobey Maguire, entre otros.

Se trata de la quinta adaptación al cine de la ya, a estas alturas, clásica novela de F. Scott Fitzgerald. Entre sus versiones más recordadas está la de 1974, con Robert Redford y Mia Farrow como protagonistas y que fue dirigida por Jack Clayton (contó además con la participación en la elaboración del guion de Francis Ford Coppola).
Ahora, el excéntrico e irregular cineasta Baz Luhrmann, autor de postmodernos artefactos como “Romeo + Julieta” o “Moulin Rouge” hace uso de su particular estilo visual adentrándose en los paisajes y localizaciones ubicados durante los locos años 20 norteamericanos. Jazz, cine, fiestas y velocidad son algunos de los ingredientes del nuevo trabajo de Lhurmann que parece no haber entusiasmado demasiado a la crítica presente en la proyección. La película, que ya ha sido estrenada en los EEUU, se ha unido a la fiebre 3D que está conquistando el terreno de las grandes superproducciones.I.F

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