El presidente del club Basket Navarra de la Liga LEB Oro, Javier Sobrino, realizaba esta semana su balance de la temporada 2012/13 y un adelanto de lo que espera de cara a la próxima campaña. El máximo mandatario del conjunto iruindarra adelantaba que la continuidad del club en la categoría de plata no está garantizada por su «delicada» situación económica.

En los dos últimos años Basket Navarra ha visto reducidas las subvenciones públicas en un 45%, y por primera vez en seis años, deben la última nómina a los jugadores. Sobrino declaraba que «si el equipo sigue, será con una notable reducción del presupuesto» negociando los contratos a la baja. A día de hoy solo tienen la continuidad asegurada para la próxima temporada el técnico Ángel González Jareño y «los dos Iñakis» -Sanz y Narros-, mientras que Sobrino anunciaba que el club decidía, en caso de continuar la andadura del club, «aumentar el número de jugadores navarros».

Asimismo, Javier Sobrino afirmaba que durante la semana el club recibía el 90% de la subvención del Gobierno de Nafarroa para la presente temporada, mientras que denunciaba que del ayuntamiento de Iruñea no habían recibido «un euro».

«Claros y oscuros»

En el plano deportivo, Javier Sobrino comentó que la campaña 2012/13 «ha tenido claros y oscuros. Los primeros son mantener la categoría, algo que ya habríamos firmado en nuestra primera campaña. Lo segundo ha sido no estar en play off de ascenso. Igual nos hemos equivocado en los fichajes de este año. En resumen, normal».

«En el plano social, hemos hecho cosas diferentes con asociaciones y más visitas a colegios y clubes, y televisarnos dos partidos por Teledeporte ha sido importante. Estamos ganando más adeptos», añadía.

Por contra, enfatizaba que «en el plano económico estamos en una situación muy delicada. Dependemos en parte de las instituciones y se han retrasado mucho las subvenciones, que han descendido en un 33% y nos han dejado sin liquidez. Menos mal que tenemos el apoyo de un patrocinador como Planasa».

«Queremos ser realistas y pensar que el Gobierno va a seguir respaldando este proyecto, pero si tenemos alguna duda tendremos que plantearnos si estamos abocados a desaparecer», remachaba Javier Sobrino.