La democracia es de izquierdas
Del análisis de la situación política italiana, el autor pasa a señalar un proceso de deslegitimación de la democracia «de baja intensidad» existente a nivel global. Ante la cada vez mayor el distancia entre la ciudadanía y la toma de las decisiones y la creciente escasez democrática, consistente en procesos electorales cada cuatro años como único modo de participación, cree que la ciudadanía y los partidos políticos han de «extraer lecciones que nos preparen para enfrentar el futuro de la mejor manera posible», y advierte de que a la derecha, para gobernar y mantener el poder, le son suficientes los votos, pero la izquierda debe «convencer, formar, proponer alternativas», acumular fuerza política.
Cien mil millones, más o menos
La frágil memoria
La memoria juega muy malas pasadas. A veces albergo dudas acerca de la necesidad imperiosa de disolver el cuerpo para la represión creado por el Duque de Ahumada que todos los antifranquistas incluían en los acuerdos y programas