Han estado pasando en varios canales un anuncio televisivo al que podemos considerar, cuando menos, extraño. Un hombre joven, apuesto, camina acompañado de palabras sobre-impresionadas de carácter propagandístico, con mucho adjetivo superlativo, imágenes de calles, de cimas, de plazas de toros. Y un nombre se repite: Talavante. Y una fecha, y otro nombre, Vitorino, el que da jerarquía a sus toros, los vitorinos. Lo nunca visto, un torero que se anuncia en televisión. Quiere relanzar su carrera y su apuesta es encerrarse con seis toros de esa afamada ganadería que se caracteriza en los últimos años por sus petardazos. Y el torero Alejandro Talavante ha financiado el spot que ha dirigido un director de cine muy taurino, Díaz Yanez. ¿Llevará más público a la plaza? ¿Se acordarán los empresarios de este torero por el anuncio? Los misterios de la mercadotecnia.

Es de imaginar que ya habrá pagado esta promoción tan atípica, porque se ha descubierto en estos días la existencia de impagos desde el año 2011 a los concursantes de «Cifras y letras», un espacio señero, muy familiar, muy de convivir con él que se emite en varias televisiones autonómicas. La productora ha quebrado, los canales se hacen los despistados asegurando que ya habían pagado a la productora, que a su vez asegura que ha debido cerrar precisamente por las demoras en los pagos de los canales. Y así se va engordando la pelota, que parece ser acabará en un juzgado, o en varios, ya que los afectados son de todos los puntos cardinales y porque se han emitido los programas en Canal Sur y Tele Madrid, para citar dos ejemplos. Por cierto, en este último canal, se siguen emitiendo programas antiguos, con lo que los reclamantes verán aumentada su demanda económica por usar más veces su imagen y demás asuntos contractuales.

Se ha descubierto ahora porque los concursantes ni se conocían, y no estaban organizados. También por cierto pudor. Las cantidades van desde apenas quinientos euros hasta a alguno al que se le deben ocho mil. En el mundo de la producción audiovisual hay una crisis muy profunda, con casos mucho más graves. De momento gana la ley del silencio.