Iñaki TELLERIA

Unos dicen que es como un ovni que se ha estrellado en el suelo, a otros les parece una máquina que sale de la tierra.... Hay versiones para todos los gustos», afirma Eneko Goikoetxea, uno de los arquitectos que dirigen la construcción del que será el edificio emblemático de la empresa Orona en la «innovation city» que se está levantando en Hernani, en el barrio de Galarreta, epicentro del Parque Tecnológico de Gipuzkoa.

Es un edificio circular y de color verde, en consonancia con la imagen corporativa de Orona, de 90 metros de diámetro y 16 de altura, que albergará la sede central de la compañía y que hará las veces de puerta de entrada a este complejo, la gran apuesta estratégica de futuro de la cooperativa dedicada a la fabricación, mantenimiento y desarrollo de ascensores, escaleras, rampas y pasillos mecánicos.

Cuando hace tres años comenzaron a dar vueltas al proyecto, la primera idea que cayó sobre la mesa fue la de construir una gran torre dirigida al cielo, que resaltara el concepto de elevación que centra la dedicación de la empresa. Sin embargo, les pareció demasiado obvio y previsible. Querían algo más innovador, con vistas al futuro, que es hacia donde mira todo el proyecto. Fue entonces cuando surgió la propuesta de que lo que se tenía que elevar no era una torre o una parte del proyecto, sino toda la construcción. Así es como se decidió levantar 15 grados el edificio. La cifra no es aleatoria, ya que esta inclinación es la que se precisa para que la mole transmita la sensación de elevación y que, a su vez, la utilidad práctica de su interior como espacio de trabajo no obligue a soluciones arquitectónicas extremas.

Este edificio Zero será la sede corporativa de la cooperativa, el showroom o centro de recepción de clientes y visitantes y, sobre todo, el centro de investigación de Orona (EIC, Elevator Innovation Centre) en el que más de 150 ingenieros investigarán y desarrollarán sistemas de transporte de personas más inteligentes, seguros y energéticamente eficaces. Asimismo, albergará el Centro de Contacto, terminal en la que se recibirán los avisos de usuarios que sufran alguna incidencia en los ascensores instalados por todo el mundo.

Docencia y sostenibilidad

Otro edificio albergará la sede de Fundación Orona donde, además de espacios abiertos al público como un auditorio, una biblioteca y una cafetería, estará la facultad de Mondragon Unibertsitatea en la que se impartirán dos grados de ingeniería centrados en la movilidad, así como masters relacionados con la energía y la sostenibilidad.

Una tercera edificación contará con los laboratorios desde los que Ikerlan-IK4 estudiará sistemas de almacenamiento eléctrico al objeto de desarrollar tecnología para ser aplicada en los sistemas de elevación y en la gestión de la energía en los lugares en los que están instalados los ascensores o escaleras mecánicas.

Finalmente, la denominada Galería será una especie de museo para el público en el que se mostrará la monitorización de la gestión de la energía de los edificios del complejo en tiempo real y permitirá la visita a las instalaciones de producción de energías renovables: biomasa, solar térmica, geotérmica y fotovoltaica. De hecho, desde el punto de vista de la sostenibilidad, Orona Ideo contará, entre otros sistemas, con 30 fosos de geotermia de 120 metros de profundidad a una temperatura estable de 14 grados, que en invierno pre-calentarán y en verano pre-enfriarán las instalaciones, lo que, unido a unas cubiertas térmicas sobre los tejados, producirá todo el calor y el frío necesarios en los edificios. Además, las placas fotovoltaicas cubrirán buena parte del consumo eléctrico de Orona Ideo.

El resto de la superficie de esta ciudad de la innovación será una gran espacio abierto con una avenida de grandes zonas verdes donde predominarán los árboles autóctonos, así como lugares de esparcimiento y zonas recreativas a las que se podrá acceder desde Hernani a través de un paseo.

Esta es, en cierta forma, la plasmación plástica del proyecto con el que la empresa Orona tratará de hacer que convivan la empresa con la docencia y la innovación.

Empresa puntera

Aunque la sede de la Fundación se inaugurará el próximo mes de setiembre, de cara a que los dos grados de ingeniería comiencen a ser impartidos ya en el curso 2013/14, el complejo en su totalidad abrirá sus puertas el próximo año, precisamente cuando se cumpla el 50 aniversario de la cooperativa.

Orona cuenta ya con más de 4.000 trabajadores, vende sus productos a 99 países y tiene instalaciones en nueve de ellos. Uno de cada diez nuevos ascensores que se instalan en Europa han sido fabricados por Orona y son 200.000 en todos el mundo los que cuentan con tecnología procedente de su planta de Hernani.

El balance económico de 2012 ofrece unos datos elocuentes que la convierten en una de las compañías más potentes de Euskal Herria. Obtuvo unos beneficios de 83,4 millones de euros, tras unas ventas por valor de 569,1 millones. En este contexto, contrató a 30 nuevos trabajadores, con lo que su plantilla se sitúa en 4.090 personas. En cuanto a las inversiones, el ejercicio pasado, alcanzaron los 60 millones.

Ser puntera tecnológicamente y mantener un proceso de internacionalización constante le están permitiendo crecer año a año. En este sentido, a pesar de que su último plan estratégico contemplaba solo la ampliación de mercados en Europa, no ha dudado en comprar la empresa brasileña AMG Elevadores, cuarta compañía del sector en ese país, cuando se le ha puesto a tiro.

Precisamente, son las inversiones, especialmente en innovación e investigación, las que explican el éxito de Orona, que ha sabido esquivar una crisis que ha afectado sobre manera al sector de la Construcción, su campo de juego. Es una de las empresas de su sector que más dinero invierte en I+D y también de las que más réditos saca de esta política. Esta circunstancia permite contextualizar mejor la ingente inversión en el proyecto Orona Ideo y las ilusiones que tienen depositadas en él.