La segunda reunión de la Diamond League, en una fresca y mojada Shanghai, deparó alegrías y sustos aunque en algún caso se combinaron los dos. Kirani James, el veinteañero de Granada que domina los 400 metros sin oposición desde 2011, renovó su mejor marca del año con unos brillantes 44.02 ante algunos de los mejores como LaShawn Merritt y Luguelín Santos, que le vieron de lejos.

Otro Merritt, Aries, se retiró demasiado pronto. Convertido en el hombre fuerte de los 110 vallas por su oro olímpico y posterior récord espectacular, ayer abandonó lesionado antes de sortear el primer obstáculo dejando el camino libre a Jason Richardson, vigente campeón mundial, que ganó en 13.22.

Otro de los focos de atención permanente, Yelena Isinbayeva, se hizo esperar fiel a su costumbre para entrar en competición con el listón situado en 4,70 metros que sorteó al segundo intento. Tras dos nulos en 4,85, optó por la prudencia y se retiró tocada con una bolsa de hielo sobre su tobillo vendado que no le permitió ir a más. La pertiguista rusa protagonizó un retorno esperanzador, feliz por el triunfo pese a las molestias.

En los 100 metros femeninos Shelly-Ann Fraser-Pryce se pone al frente del ranking tras firmar 10.93, con viento de +0,1 m/s. La jamaicana marcó territorio desbancando del liderato a Carmelita Jeter, que antes de alcanzar la meta se llevó la mano al cuadricpes derecho.

Pese a la posible lesión muscular terminó tercera en (11.08), tumbada sobre la pista mientras Fraser-Pryce y la nigeriana Okagbare (11.00), segunda, le atendían a la espera de que se la llevaran en camilla. La ochocentista Niyonsaba (2:00.33), Genzebe Dibaba en el 5.000 (14:45.92), Hejnova en 400 vallas (53.79), la triplista Ibarguen (14,69), junto a Kipruto (8:01.16, en 3.000 obstáculos, Jinzhe en longitud (8,34) y Pitkamaki en jabalina (87,60) lograron la MPM.