Arantxa MANTEROLA

El 4º Foro de Autonomia Eraiki abordó tres apartados relacionados con la Unión Europea: el espacio que tiene Euskal Herria actualmente en su seno, el reconocimiento de las lenguas y culturas minorizadas y la posibilidad de constituir un ente -eurorregión- compuesto por todos los herrialdes vascos.

Previamente, Eneritz Zabaleta realizó una exposición en la que, entre otros aspectos, se centró en el poder de los estados y el hueco como interlocutores que, poco a poco, se están haciendo los pueblos, en particular a la hora de aplicar las políticas europeas «ya que cada vez se prioriza más el marco local y/o regional».

Los cuatro eurodiputados -Alain Lamassoure (UMP), Izaskun Bilbao (PNV), el corso François Alfonsi (PNC) e Iñaki Irazabalbeitia (Aralar, que en breve ocupará un escaño en el Parlamento Europeo)- coincidieron en que la UE no reconoce más que a los estados, si bien asumieron que se está dando una evolución positiva en cuanto a los territorios y regiones.

Lamassoure y Bilbao fueron los más optimistas sobre el camino recorrido y las posibilidades de las vías europeas aunque también apuntaron las fallas estructurales, como las que presenta el Comité de Regiones que no es un órgano vinculante ni representativo automáticamente de las regiones o pueblos. Alfonsi insistió en la necesidad de «superar la rigidez de los estados» e Irazabalbeitia, por su parte, incidió en que «solo un Estado vasco permitirá a los vascos participar en Europa al mismo nivel que los demás estados».

En el tema de las culturas y lenguas minorizadas, todos coincidieron en que París debe ratificar la Carta de Lenguas Minorizadas, «algo que es de obligado cumplimiento en la UE» como recordó el eurodiputado de Corsica, donde precisamente el Parlamento corso acaba de aprobar una iniciativa en favor de la cooficialidad.

Eurorregión vasca

Entre los tres temas, el que más debate suscitó fue el relacionado con la posibilidad de que el conjunto de Euskal Herria pueda convertirse y ser reconocido como una eurorregión.

Con una afirmación de que «eso no depende más que de nosotros», Lamassoure ensalzó las virtudes de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial, instrumento creado en 2006 en base al que se constituyó, por ejemplo, el ente Aquitania-Euskadi. Con las vistas puestas ya en la cita electoral del próximo año, se lanzó incluso a hacer una propuesta un tanto contradictoria en la que apuntaba la posibilidad de que todos los candidatos vascos reclamaran una eurorregión propia. Eso sí, dejó bastantes cabos sueltos respecto a los territorios que la compondrían.

La eurodiputada jeltzale también calificó de «muy interesante» la eurorregión Aquitania-Euskadi, en la que en su opinión debería integrarse Nafarroa Garaia, así como otras estructuras de cooperación.

Aunque los moderadores ya lo mencionaron al plantear sus preguntas, solo Irazabalbeitia y algunas personas desde el público pusieron el acento en un impedimento mayor para que se materializase la eventual eurorregión vasca: el reconocimiento institucional de los tres territorios de Ipar Euskal Herria por parte del Estado francés.

Alfonsi e Irazabalbeitia concluyeron manifestando que la fórmula más coherente y efectiva para que la UE se adapte a las demandas de los pueblos es el respeto a la voluntad democrática: «Ese sería el mejor de los tratados», apostilló el eurodiputado corso.